Difíciles compromisos europeos de la selección masculina

La selección española de voleibol parte el próximo día 12 hacia Bélgica para participar en la fase de clasificación del Campeonato de Europa. Después continuará viaje a Grecia, donde participará en la Spring Cup 77. En Bélgica, nuestra selección no tiene posibilidad al guna de clasificarse para la fase final. En Grecia, se intentará al menos repetir la buena actuación del pasado año. En realidad el paso por Bélgica debe tomarse como un forzado entfenamiento para la selección, siempre con miras a la Spring Cup, ya que hoy por hoy, nuestro voleibol pertenece al segundo escalón del voleibol europeo, al que se va a reunir en Grecia para disputar ese Spring Cup 77, que no deja de ser una Copa de Europa oficiosa para el voleibol de segunda fila europeo, muy alejado todavía del que practican polacos, checos, soviéticos, húngaros, y casi todos los países del este europeo.En el Torneo de Clasificación de Bélgica, España tendrá que enfrentarse a Turquía, Checoslovaquia, Bélgica, Hungría, de los que solo los dos primeros acudirán a Finlandia el próximo 25 de septiembre para disputar la fase final con las grandes putencias.

A partir del día 20, y hasta el 26, se disputará en Larissa (Grecia) la Spring Cup 77. En la presente edición participarán quince países divididos en cuatro grupos: «A» (Grecia, Francia y Dinamarca), «B» (Holanda, Finlandia, Luxemburgo y Suiza) «C» (Bélgica, Alemania Federal, Inglaterra y Grecia «b»), «D» (España, Israel, Turquía y Austria).

La selección que viajará a Europa la componen los siguientes jugadores: Javier Hernández y Javier Gastón (At. de,Madrid), Enrique Hernández y Lobez (San Cugat), Muñiz (Riego), Luis Hernández, Mayoral, Díez, Ocón, Barros y Pérez (Real Madrid), y Mora (Juventud Badalona).

Ocón vuelve a la selección tras el período de separación impuesto por la Federación a tenor de las declaraciones hechas por él y por Lizcano tras el torneo de París de octubre del año pasado. Aquellas declaraciones y la postura de ambos jugadores motivaron laseparación. Ocón reconoce en ellas un excesivo acaloramiento y una mala interpretación por parte de la Federación, por lo que aclarada su postura no ha tenido mayores problemas para acudir a la cita del seleccionador nacional Ivan Baicouchev. No ha pasado lo mismo con Lizcano, que mantuvo la necesidad de una retribución económica por parte de la Federación dado el carácter amateur del deporte, lo que le suponía una pérdida de horas de trabajo en su empresa. El silencio de la Federación y el hecho de no aparecer su nombre en la lista de seleccionados deja en suspenso la real solución del caso.