Nuevo tropiezo del Pegaso
Nuevo tropiezo en casa del Pegaso. Como viene siendo habitual en los últimos encuentros, los equipos teóricamente fáciles le complican los partidos al cuadro local. Es difícil suponer cual será la verdadera razón para que esto ocurra: sin embargo, y por lo visto el domingo, son dedestacar dos cosas: primero, la apatía y la excesiva confianza en ganar con que planteó el encuentro el Pegaso; segundo, la ausencia de un verdadero juego de ataque. Calvo introdujo la novedad de pasar a Morón, habitual delanterá centro, al centro del campo por si así se daba más movilidad a la hora de llegar a puerta. Sin embargo, la prueba no dio ningún resultado positivo: la delantera pegasista careció de orden en todo el encuentro. El partido, en sí, no tuvo demasiada historia. El primer tiempo, el más aburrido de los dos, no tuvo ni siquiera emoción. El Pegaso salió al campo muy tranquilo, quizá demasiado, pues ni siquiera buscó el gol con ahínco. En la segunda mitad sucedió lo habitual en estos casos. El Pegaso, puso más ganas pero no tuvo orden. La delantera prácticamente no existió.
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