Los Reyes llegan hoy a El Cairo

La jornada de hoy en El Cairo se iniciará a las tres de la tarde (hora local, dos de la tarde hora española) con la llegada del avión real don Juan Carlos y doña Sofía, a quienes acompaña el, ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, serán recibidos en el aeropuerto por el presidente Anuar el Sadat, con quien seguidamente se dirigirán al palacio de Kubbeh, en donde quedarán instalados junto a parte de su séquito.Por la tarde, don Juan Carlos hará una ofrenda floral ante el monumento al soldado desconocido y, seguidamente, realizarán una visita de cortesía al presidente y señora de Sadat, en la residencia privada de Guiza, antes de que se celebre en el palacio de Abdine la cena oficial que ofrecerá a Sus Majestades, y en cuyo brindis se producirá el más importante intercambio de discursos entre ambos jefes de Estado de toda la visita cairota de los Reyes de España.

A nivel popular, la visita de don Juan Carlos y doña Sofía no ha provocado entusiasmo especial, ni se prevé una acogida desbordante por parte de los egipcios. Las banderas españolas ondeaban ayer en los principales puntos de la ciudad. Sin embargo, los periódicos recogían con escaso relieve, por lo general -a una sola columna casi siempre, y no en todos los casos en, primera página-, la noticia de la llegada de los Reyes españoles, y en la propia embajada de nuestro país se apresuraban a adecentar los muros y a pintar los colores españoles a la entrada.

En relación con este mismo problema, en la mañana de ayer una delegación de periodistas se entrevistó con el embajador_español, teniente general Manuel Díez Alegría, a quien se le expuso la posibilidad de un plante general de los informadores si no se solucionaban los problemas básicos electorales.

Para hoy está prevista la entrega al propio Marcelino Oreja de una carta firmada por casi veinte informadores españoles, en la que se expresa la «enérgica protesta» profesional por el desastroso montaje de este viaje.

Tal vez a partir de hoy, la propaganda oficial estimule el entusiasmo popular. Motivos hay, porque en el orden económico -en el que Egipto muestra una situación de subdesarrollo visible en las calles y en los semblantes-, del estrechamiento de relaciones con España sólo se pueden derivar beneficios para Egipto. Una prueba de ello es la noticia procedente de Madrid, que ha caído muy bien entre los observadores de las relaciones hispano-egipcias (hasta ahora con balance favorable a España), según la cual se ha firmado un acuerdo entre las empresas automovilísticas SEAT y NASCO (esta última egipcia), por un importe de 45 millones de dólares para la- fabricación en este país durante tres años, de 45.000 automóviles modelo Seat-133.

Mientras tanto, un dato del poco aprecio prestado por los egipcios, en principio, al viaje de los Reyes, puede deducirse de las dificultades conque los informadores españoles han tenido que enfrentarse a su llegada a El Cairo y que, al margen de las deficiencias organizativas por parte española, denotan lo poco en serio que se han tomado las autoridades egipcias a la expedición española. Al menos, eso puede entreverse en las explicaciones de los propios diplomáticos españoles, encargados de gestionar la organización del viaje.