El Mobilgirgi fue siempre superior
El Mobilgirgi de Varese venció ayer con justicia al Real Madrid en su cancha y terminó así prácticamente con las últimas esperanzas blancas de llegar este año a la final de la Copa de Europa de Belgrado. Especular ahora con las posibilidades de unos resultados de carambola un tanto improbables no merece la pena. Aparte de lo que pase hoy en los encuentros que deben jugar TSSKA y Maccabi, lo único cierto en estos momentos, conocida la victoria del Mobilgirgi, es que los italianos no sólo son seguros finalistas, sino además campeones del grupo. El Maccabi, si no ocurre nada anormal -lo cual es difícil de asegurar este año- será su rival en Belgrado.El partido no tuvo color en ningún momento. El juego más reposado del equipo italiano pudo a un Madrid que casi nunca encontró ocasión de iniciar sus contraataques, pese a no ser superado en los rebotes defensivos. El colmo, sin embargo, fue su nula acción en los ofensivos. Corno no estuvo demasiado acertado en el tiro, esto resultó decisivo. La primera parte madridista fue especialmente mala, y si a ello añadimos que el cuadro de Sandro Gamba tuvo en Meneghin y Morse dos pilares fundamentales en, los momentos difíciles de la segunda parte, con el
Madrid jugándose el todo por el todo, se puede resumir la justicia del triunfo italiano.
Las defensas al hombre no variaron en todo el encuentro y tampoco con relación al primer partido de Madrid. Rullán estuvo sobre Meneghin, y Cougran con Morse. Al atacar el Madrid, Meneghin defendía a Cougliran, y Meister a Rullán. La dureza nada más iniciarse el juego fue tremenda y, la pasividad de los árbitros, que no pitaron demasiado, hizo temer lo peor. Iellini y Brabender fueron atendidos de sendas brechas en la cabeza, pero felizmente la cosa no pasó a mayores. En esos momentos iniciales los fallos en el tiro fueron continuos por ambos equipos, y eso descongestionó el ambiente. De cualquier forma, el camino empezaba a abrirse para el Mobilgirgi.
En efecto, poco a poco, con niuchos más aciertos en, la media distancia, el equipo local se despegó. A partir del minuto diez, las diferenciás, oscilaron sobre los diez puntos, y así se mantuvieron hasta el quince. Fue entonces cuando el Madrid remontó algo y se llegó a acercar hasta seis puntos: 33-29, en el diecisiete. Sus tiros entraron algo más, y ya era bastante. Brabender sólo había conseguido dos -los únicos de la primera parte- en el trece. Zanatt a le tenía aburrido, y encima sufrió la brecha citada. Sólo Coughran y algo Walter mantuvieron el tipo. Pero sin contraataques, pues ni Corbalán, primero, ni Cabrera, después, pudíeron encauzarlos.
Justamente antes del descanso, una canasta típica de Meneghin -la que puso el 46-33 en el marcador- tras resistir la entrada de, Walter y Luyk -Rullán estaba con cuatro personales en el banco-, fue tan antológica como sintomáfica. No importó, que el Madrid marcara más encima en la segunda parte y pudiera contraatacar más veces. Con 55-45 el veterano pivot tuvo una racha imparable que acabaría por sentenciar Morse. Rullán tuvo que dejar el sitio a Luyk, pues con cuatro personales no le podía defender adecuadamente. Pero ya fue lo mismo. La diferencia se disparó hasta 62-45 en principio, y ya a los. 20 puntos (70-50) más tarde, para no bajar ya hasta el final, conel partido y la derrota decidida. El pressing postrero dejó el margen en 13 puntos, a unque en realidad debieron ser 12, pero se anuló un punto de tiro libre a Brabender por pisar la zona.
El Madrid utilizó a los tres bases, pues al final jugó Ramos y se prescindió de Paniagua. La intención de Sainz era claramente la de superar por velocidad al Mobilgirgi como ocurrió en Madrid. Pero esta vez Corbalán no fue el de entonces y tampoco se acertó en el tiro. Bajo los tableros rivales Rullán fue en esta ocasión superado por Meneghin, aunque fuese perjudicado por las persona les. Y Luyk, su sustituto ahora, nos recordó -valga la comparación que muchas piezas de la casa blanca necesitan renovación. También en baloncesto.
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