La dimisión de Melero, más confusa todavía

-«No me voy del arbitraje con alegría». Es la confesión de Ricardo Melero Guaza, ex árbitro desde el pasado viernes. El señor Melero Guaza, por supuesto, no olvidará esa decisión. Otro tanto podrían decir los también ex árbitros Balaguer, Juanjo, Camacho y Rigo, y el actualmente en activo Guruceta que se vió separado del arbitraje durante seis meses. Los problemas de todos estos árbitros, por pura coincidencia, si se quiere, tienen un denominador común, el Barcelona. Es todo un dato significativo.La dimisión de Melero a nadie ha convencido. Hay muchas lagunas en torno a este tema, como las hay en el caso de Camacho y la hubo con Balaguer, Juango y Rigo Las propias palabras de Melero son contradictorias.

«Ha sido un gran sacrificio el que me he hecho -dijo Melero- me ha costado mucho tomar esa decisión. Mi gran afición es el arbitraje».

Todo parece indicar, también por palabras de Melero, que éste se ha visto forzado a tomar la determinación adoptada.

«Nadie me aconsejó lo que debía hacer. Puedo decirle que sucedió todo lo contrario. Plaza y el presidente de mi colegio, junto con todos los compañeros, me aconsejaron que siguiese».

En la nota oficial de su dimisión se habla de motivos profesionales. «Tengo una carta escrita -dice Melero- en la que explico una serie de causas por la que me he visto obligado a tomar esa determinación. Espero que algún día se pueda dar a conocer».

Más confusión sobre este asunto. Melero prestó declaración ante un juzgado madrileño por exhorto del número 12 de Barcelona horas antes de que se aceptara una dimisión, presentada con defecto de forma porque la Federación no puede recibir escrito de árbitro alguno sin que antes no se realice reglamentariamente, es decir, a través, primero del Colegio Castellano, después, del Comité Nacional y por fin, la Federación.