"La dimisión de cargos sindicales sólo la pueden pedir quienes los votaron"
Comisiones Obreras y la Unión Sindical Obrera, en un comunicado conjunto publicado ayer, hacen un llamamiento a todos los trabajadores, a los cargos sindicales democráticos y a las restantes organizaciones sindicales para desarrollar una campaña «por la libertad sindical, la disolución de la CNS y la convocatoria de elecciones sindicales libres».
El comunicado conjunto de CCOO y USO se inicia con una explicación a la presencia de sus afiliados en el verticalismo, justificada en una combinación de «la lucha legal e ilegal», y señala entre los aciertos y resultados de la utilización de los cargos sindicales: el impulso de las movilizaciones y la organización de los trabajadores, la solidez y extensión de la práctica asamblearia, el auge del movimiento sindical democrático y la quiebra definitiva del sindicalismo vertical y sus estructuras.La proximidad de la libertad sindical es resultado -según criterio de ambas centrales- del proceso de lucha global de los trabajadores yel pueblo, aunque existe la conciencia de que «la instauración de la libertad sindical en un marco democrático pleno está por librar y será necesaria la participación y la presión del conjunto de los trabajadores y de sus representantes sindicales legítimos para concluir con éxito el proceso de normalización democrática de la vida sindical».
En esta perspectiva, CCOO y USO fijan su posición respecto a ese proceso de normalización y, sobre todo, respecto de las tareas y protagonismo que en esta etapa transitoria corresponde a los carg os sindicales democráticos. En este sentido, las dos centrales entienden que la libertad sindical debe suponer la legalización de las centrales democráticas, sin exclusiones; congelación de funciones de la CNS, como paso previo a su disolución, con la restitución del patrimonio sindical a lós trabajadores; reconocimiento de los comités o consejos de empresa con capacidad negociadora, así como de la sección sindical o comisión obrera de empresa y del derecho de huelga y de asamblea, y el reconocimiento de la capacidad negociadora de las centrales sindicales en un nuevo marco legal sobre la contratación colectiva.
En esta línea, el compromiso contraído por los cargos sindicales democráticamente elegidos a. mediados de 1975 se traduce en librar la batalla final por la disolución de la CNS, evitando cualquier tipo de vacío sindical, que sería aprovechado por los patronos y el verticalismo. Al respecto, CCOO y USO consideran, en el respeto a las posiciones tácticas de otros grupos, que los únicos legitimados para pedir la dimisión de los cargos sindicales son aquellos que en su día los votaron libremente, «no quienes han estado al margen de una dinámica histórica de utilización de la legalidad ».
En definitiva, CCOO y USO consideran que el papel y protagonismo actual de los cargos sindicales, «cuyo mandato deberá concluir en el momento mismo en que se disuelva la CNS y se convoquen elecciones sindicales libres en las empresas», se debe centrar en los siguientes aspectos: «Impulsar la lucha reivindicativa de los trabajadores; potenciar a las organizaciones sindicales democráticas que mejor respondan a los intereses y práctica histórica de los actuales cargos sindicales; apoyar el objetivo de legalización sin exclusiones de las centrales democráticas; exigir la derogación de la CNS en todos sus campos de incidencia, así como la implantación de los derechos sindicales; impedir las operaciones en marcha para perpetuar la CNS o reconvertirla en sindicatos corporativos y anticlase, financiados con el patrimonio de los trabajadores, y garantizar con su presencia la integridad del patrimonio sindical.»
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