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Estancamiento siderúrgico durante el primer trimestre

El pasado año para el sector siderúrgico puede considerarse, a la vista de las cifras ofrecidas, como malo, y las perspectivas no parecen abrigar mejores esperanzas, según el presidente de la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid), señor Salís Balzola. «Si en 1977 vuelve a repetirse el ejercicio de 1976, podremos darnos por satisfechos», dijo el señor Salís.

El consumo nacional de acero en 1976 volvió a registrar la fuerte de presión experimentada ya en 1975, que supone un retroceso de dos años en la evolución prevista a largo plazo. La cifra provisional de producción asciende a 10,7 millones de toneladas, prácticamente igual a la de 1975 y un 15 % inferior a la de 1974.Por lo que respecta a la producción de acero, las cifras señalan un descenso del 0,9 % con respecto a 1975, con un total de 10,9 millones de toneladas. Esta reducción es cuanto más significativa si se compara con los incrementos experimentados en Estados Unidos, Reino Unido, Comunidad Económica Europea y Japón, con alzas que oscilaron entre el 5 y el 14,6%.

Comercio exterior

A pesar de la situación de los mercados interiores e internacionales, durante el pasado año el comercio exterior ha sido una variable importante de la siderurgia, con unas importaciones de 3,29 millones de toneladas y unas ventas al exterior de 3,23 millones. El aumento importador del pasado año se ha debido fundamentalmente a las necesidades de la IV Planta Siderúrgica, cuyas instalaciones de acabado fueron puestas en marcha durante 1976.La tasa de utilización de las capacidades productivas, aun contando con la actividad exportadora, quedó un 25 % por debajo de las posibilidades, siendo el porcentaje de utilización en muchos casos inferior al mínimo de explotación económica.

El ritmo de inversiones durante el pasado año puede considerarse mantenido, alcanzando al final cerca de 28.000 millones de pesetas, con un incremento en pesetas corrientes de un 21 % sobre la cifra de 1975.

Uno de los capítulos que merece especial atención para el sector siderúrgico se refiere a las relaciones internacionales, ya que durante el pasado año Gran Bretaña ha acusado a los siderúrgicos españoles de practicar el dumping y la CEE ha intentado recortar nuestras exportaciones a sus países miembros.

En el caso de Gran Bretaña, este país ha interrumpido las conversaciones, limitándose a implantar las medidas anti-dumping, acusación que el director general de Unesid rebate señalando que todos los países cometen dumping, si por dumping se entiende las normas de la GATT.

Por otro lado, existen conversaciones -actualmente congeladas- entre el Gobierno y una representación de la Comisión de la Comunidad, que es de prever continúen durante el presente año.

Perspectivas 77

Salvando el pesimismo del presidente de Unesid, las previsiones realizadas por este organismo apuntan las siguientes conclusiones:1. No cabe predecir ningún cambio en la desfavorable situación, al menos durante el primer trimestre.

2. Una clarificación del horizonte político y un grado razonable de efectividad de las recientes decisiones económicas permitiría ver con mayor optimismo el segundo trimestre. A ello ayudaría también una reactivación franca de las economías de Estados Unidos, Japón y Alemania occidental.

3. Durante el primer semestre, sólo será posible evitar una subocupación de los efectivos y un mayor deterioro de los grados de utilización de las instalaciones, si se mantiene la corriente exportadora al ritmo de 1976.

4. Necesidad de sustituir importaciones.

5. El deterioro de la relación de precios-costes en 1976 requiere un ajuste de tarifas siderúrgicas en el primer trimestre.

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