Nuevo motín de presos comunes en Carabanchel
Trescientos reclusos en huelga de hambre, 31 hospitalizados por diversas lesiones y nueve presos comunes encerrados en una galería, es el actual balance del motín ocurrido en la prisión provincial de Carabanchel, a raíz del traslado, el pasado sábado, de más de cincuenta reclusos a los penales de Ocaña y Zamora.
La protesta, comenzada a raíz del traslado de varios reclusos al Hospital Penitenciario y al penal de Ocaña, se incrementó durante todo el domingo, al conocerse que varios presos comunes de la tercera galeria se habían cortado las venas con trozos de cristales y se habían producido diferentes heridas en el vientre. Ante esta situación, nueve presos comunes de la tercera galería decidieron ocupar la terraza sobre las ocho y media de la tarde, provistos de cuatro pancartas, varias mantas y una bandera. Durante toda la noche, y según informaron Jos vecinos de la prisión a EL PAIS, numerosas. fuerzas policiales e incluso de la Guardia Civil ocuparon el interior y el exterior del centro, impidiendo a los curiosos que se acercasen.
Desde las nueve de la mañana de ayer a las tres y media de la tarde, hora en que los citados reclusos se trasladaron a su galería, al parecer, con intención de ocuparla, numerosas personas pudieron escuchar los ritos de Amnistía total, Libertad y Justicia dados por los comunes; asimismo las pancartas, «Amnistía total, COPEL» (Comisión Organizadora de Presos Españoles en Lucha), «SOS, prensa » y otras, fueron leídas por los vecinos.
Telegrama al Rey
Ante esta situación, la Asociación de Presos, ex Presos, Familiares y Amigos de Madrid envió un telegrama al Rey en que tras exponerle la situación que ha motivado los actuales hechos, se le informaba que veintiséis reclusos se hallaban internados en el hospital penitenciario, «unos con las venas cortadas hasta el hueso, otros con el vientre cortado o por haber tragado cuchillas». En el citado escrito se solicitaba «el retorno de los compañeros trasladados el sábado 19 a Ocaña y Zamora». Este número de heridos dado por la asociación ascendía horas después a treinta hospitalizados en el mismo recinto de la prisión, y un recluso, Diego Albarrán, que tuvo que ser trasladado al Gran Hospital, en Diego de León, ya que se había tragado el pomo de un grifo. A últimas horas de ayer, medios proximos a los presos indicaban que el conflicto podría continuar durante varios días en caso de que no se acepten las demandas de la vuelta de los reclusos. De ser así, la huelga de hambre que afecta a unos trescientos reclusos, las lesiones y las ocupaciones de galerías, podrían extenderse a otras zonas de la prisión, a pesar del fuerte efectivo policial existente, entre jeeps, coches-patrulla y helicópteros. A estas fuerzas se podrían sumar, según informaba ayer Europa Press, los funcionarios francos de servicio de la prisión que, al parecer, han sido llamados.
Causas desconocidas
Aunque por el momento ningún medio oficial, tanto del Ministerio de Justicia como de la prisión de Carabanchel, ha facilitado informaciones al respecto, se cree que la causa de los traslados, que ha promovido todas las alteraciones, se deben a un intento por desorganizar la Comisión Organizadora de Presos Españoles en Lucha (COPEL), creada a raíz del conato de motín que se intentó realizar el pasado 22 de enero. Esta comisión tendría como objetivo fundamental mejorar las condiciones de la vida en las cárceles. Sin embargo, y hasta que, no se estabilice la situación y puedan entrevistarse los abogados defensores de los actuales amotinados, no podrá saberse la auténtica razón por la que unos 34 presos comunes fueron enviados el pasado sábado al penal de Ocaña, en donde permanecen incomunicados al no permitirse ninguna visita, y otros, dieciocho al penal de Zamora.
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