Kubala observará hoy a Rumanía en Marsella

El seleccionador nacional, Ladislao Kuhala, emprendió ayer, a primera hora de la tarde, viaje en automóvil a Marsella. El objetivo de Kubala, con este viaje, es presenciar el encuentro que hoy disputarán en la ciudad francesa el equipo nacional de Rumania y una selección de los jugadores extranjeros que actúan en el fútbol francés.

Kubala, con el partido de hoy, será la segunda vez que observa al equipo nacional rumano, rival de España el próximo 23 de abril, en el breve plazo de quince días. Anteriormente fue en Burdeos.El seleccionador español tiene previsto su regreso a Barcelona en la mañana del viernes. Trasladarse a Vigo, para presenciar el domingo el encuentro entre el Celta y el Betis. Su objetivo primordial es inspeccionar el estadio de Balaidos, designado escenario, del encuentro internacional amistoso que disputarán el día 21 de marzo España y Hungría.

El estadio de Balaidos, debido a las intensas lluvias de los últimos días, está completamente anegado, por lo que el estado delterreno de juego, en la situación actual, es prácticamente imposible para el fútbol. La directiva del Celta se ha preocupado del problema y ha mantenido diversas conversaciones con la Alcaldía de Vigo, a la que pertenece el estadio, para solucionar la situación de cara al encuentro frente a Hungría.

La solución que se ha previsto es la de resembrar aquellas partes del estadio de Balaidos que se encuentren faltas de hierba, al mismo tiempo que anegar los desagües del campo. El río Langares, cuando llueve demasiado, se interna en el campo de Balaidos. Al anegar los desagües, se piensa retirar el agua a base de bombeo. Asimismo, como el campo es estrecho, se tiene la intención de añadir un metro a cada banda lateral para que sea más ancho.

El Celta y la ciudad de Vigo harán todo lo posible por solucionar estos problemas, cuando ya se habla de que el encuentro España-Hungría podría trasladarse a San Márnés, donde Iríbar registraría en casa sus cincuenta actuaciones internacionales. Pero, por el momento, no hay nada decidido. La solución está pendiente de las lluvias que de aquí hasta el 27 de marzo caigan sobre Vigo y sobre su estadio.