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En cinco años, 30.000 vecinos de Malasaña serán desplazados de su barrio

El plan parcial de Malasaña fue aprobado el miércoles por el pleno del Ayuntamiento madrileño. Este plan afecta a 45 manzanas situadas dentro de la zona comprendida entre las calles de Sagasta, Fuencarral, José Antonio, plaza de España, Princesa y Alberto Aguilera; zona habitada por unas 30.000 personas que en su mayoría viven del comercio, y que desde el momento de conocer el plan, finales de 1975, manifestaron su desacuerdo con él. En el mismo sentido se manifestó el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y la Cámara de Comercio. Pese a todo, el plan se ha aprobado.

Los objetivos de éste son conseguir la reducción de densidad de edificios de la zona, en un 50 % crear nuevas zonas verdes, suprimir la proyectada Gran Vía Diagonal, sanear el sector, controlar mejor el uso asistencial y comercial, conservación de carácter ambiental e histórico, elevar los niveles de las viviendas, mejorar el tráfico y los aparcamientos y conseguir una movilización urbanística del sector mediante la elección de un sistema de actuación adecuado.Las 45 manzanas a las que afecta el plan sufrirían dos tipos de actuación: en cuarenta de estas se fija un patio de manzana de grandes dimensiones que estará ajardinado. Se pretende que la zona tenga un carácter eminentemente residencial minimizando al máximo los usos actuales del barrio como son los comercios y oficinas: según la memoria, un 70 % se destinará al uso residencial, un 20 % para oficinas y un 10 % para el comercio. Asimismo, se prevé la actuación particularizada de la iniciativa privada, según el sistema de cooperación.

En las restantes manzanas se va a realizar un tipo de edificación semicerrada para las que se pretende que se sumen las ventajas de la edificación abierta a la vez que se conserve el ambiente arquitectónico predominante en el sector. Para estas manzanas se realizará el sistema, de compensación. La expropiación forzosa entrará en vigor cinco años después de la aprobación del plan.

En la memoria del plan se definen tres grupos de edificaciones. Entre los edificios a conservar por su especial interés histórico-artístico: Paraninfo de la Universidad Central, palacio situado entre San Bernardo y la calle del Pez, Ministerio de Justicia, Tribunal de Cuentas, iglesia de San Ildefonso, museo Municipal, museo Romántico, palacios de las calles Mejía Lequerica y San Mateo y la de una casa ubicada en el número 7 de la calle de la Florida. El segundo grupo engloba a veinte edificios que conservarán sólo sus características fundamentales y no se realizatá en ninguno de ellos la demolición total. El Ayuntamiento madrileño, a través de su servicio para la conservación histórico y artística, será el encargado de dictaminar la cuantía y clase de obras que puedan realizarse. En el tercer grupo se podrá proceder a la demolición y nueva construcción. Dentro de este grupo hay unos 550 edificios.

Impugnaciones. Reacción de los vecinos

El plan parcial de Malasaña se dio a conocer a la opinión pública a Finales de 1975 y la reacción tanto a nivel de prensa como de vecinos afectados por el plan fue de total desacuerdo.El Colegio de Arquitectos de Madrid y la Cámara de Comercio presentaron las correspondientes impugnaciones al plan. En cuanto a los vecinos, su desacuerdo se concretó en la creación de la Asociación de Vecinos de Malasaña. Los argumentos que han venido esgrimiendo en contra del plan se basaron fundamentalmente en que por tratarse de una zona específicamente comercial, las personas que viven de sus tiendas, se verán forzadas a dejar el barrio.

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Las impugnaciones de los arquitectos se basaron en las deficiencias del plan y en la falta de información del mismo. En total se presentaron 942 alegaciones.

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