_
_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La hora de la verdad

Hoy domingo no hay en el calendario ningún partido que se aúpe sobre los otros como un plinto para dejar admirar su interés y hermosura trascendente. dentro de la relatividad de las trascendencias futbolísticas. Si vamos a aquilatar. el más emotivo y homogéneo sea el «derby» vasco o de la boina en Atocha entre la Real Sociedad y el Athletic de Bilbao ambos próximos en la clasificación y en tantas cosas como para dar unos partidos fraternal y duramente competidos. Pero ni con eso, y sus indudables atractivos el encuentro de San Sebastián no alcanza a erigirse en la categoría de divo de la jornada.¿Y dónde está ese divo? Sucede hoy como en las operas donde el interés se desplaza al conjunto sin dar ocasión a que ningún cantante se adelante a dar el do de pecho. Estimo que a la Liga le vienen muy bien jornadas de este tipo en que cada partido tiene lo suyo y todos contribuyen al brillo del concierto general porque quizás no sea aventurado suponer que ahora y sólo ahora en que los equipos se han probado y ya después de tantas -quizás demasiadas- probatinas. ya han descubierto su fuerza, su alineación óptima dentro de sus posibilidades, su manera de usarla en todo su valor, y en Fin. se lanzan. corregidas en la realidad sus ilusiones inmoderadas del comienzo de la Liga -y más aún de las semanas anteriores con torneo veraniego dentro- a afianzar su puesto con realismo y seriedad.

¿Puede sospecharse que la Liga entra en la hora de la verdad? Como alguna vez ha de suceder pensamos que en la menos que media docena de partidos que faltan hasta doblar el cabo de la mitad de la competición va a empezarse a jugar la Liga en serio. No quiere decir esto que los partidos que llevan los clubs en las espaldas hayan sido de broma o incluidos dentro de una farsa guiñolesca. pero se han movido entre traspiés de los que ningún equipo se ha librado y sin grandes seguridades a la hora de definir su línea, con resbalones. batacazos y tartas de crema en el rostro como de película cómica clásica. En Ligas anteriores se entraba antes en situación que en ésta. paradójicamente cuando los entrenadores encaran el mes de los turrones sin sobresaltos. precisamente porque como la risa ha andado por barrios. la igualdad relativa de los clubs y la sanción de que la mayoría aún tienen a su alcance muchas posibilidades no ha hecho recaer sentencia Firme sobre el trabajo de ninguno.No se ha librado nadie y los errores de cada cual han apuntalado el conjunto. Hasta Miljanic, que ha tenido interés en demostrar que los montenegrinos son tozudos como aragoneses. se ha apeado de su burro. y ha sacado a Sánchez Barrios en la delantera. Hasta Heriberto Herrera puso hace una semana en el Camp Nou a su equipo en disposición de ser arrollado por una locomotora que le pasó por encima con proceder y todo desde hace un par de temporadas del mejor fútbol especializado en defensivas y lo que es más. privándose de un aguijón para meter más gente de defensa. Hasta Micheis -digamos que fue Cruyff en la práctica- ha descubierto recientemente el valor «sur place» de Ciares. Hasta en el Atlético van a darse cuenta de que hay alguna razón que determina que Leivinha no ande fino y adolezca tantas veces y ahora, cara al esfuerzo supremo.Todos saben todo sobre todos y esta razón anima a pensar que la hora de la verdad está encima. Todos los partidos de hoy tienen su intríngulis dentro de su apariencia de encuentros de trámite la mayoría. ¿Trámite? Apenas se les mira en los ojos ¿cómo van a ser encuentros de trámite los del Barcelona o del-Madrid «fuera» la comparecencia del Valencia ante el tribunal de Mestalla «después». el «derby» de Atocha. la necesidad de positivación en el Zaragoza-Sevilla y hasta en el Elche-Málaga la obligación de no descuidarse de dos equipos que no pueden permitirse el menor resbalón entre ellos con vistas al final? Este panorama configura como se ve una jornada de conjunto. sin «partido del siglo» dentro y que por su situación tiene muchas probabilidades de hacer entrar a la Liga en la hora de la verdad, que alguna vez tiene que llegar y ya es hora. ,

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_