_
_
_
_

Nuevos reencuentros ibéricos

La visita oficial a Lisboa de Adolfo Suárez, jefe del Gobierno español, consagra estos nuevos y simbólicos reencuentros ibéricos (...)Oficialmente, se trataba de reanudar unas buenas relaciones sobre una base radicalmente diferente de la del viejó pacto ibérico que, desde 1939 a 1974, ha unido a dos dictaduras hostiles al «desorden» democrático europeo.

Se trata por el contrario, hoy, de acuerdo con los términos del comunicado común publicado en Lisboa, de reafirmar la vocación europea de los dos paises, estrechando los lazos bilaterales favorecidos por una cierta concepción común de la democracia liberal

En Madrid y Lisboa están de acuerdo en dar un gran sentido político a este encuentro en la cumbre, el primero después de la revolución portuguesa de 1974. He aquí dos hombres que el azar del estado civil hace casi homónimos, representando el uno y el otro a países que salen de una larga dictadura, que se encaminan, cada uno a su manera, hacia más libertad y más justicia. Uno ha vuelto a su país desde el exilio, hace dos años y medio, traído por una ola revolucionaria que trató sobre todo de combatir -algunas veces duramente- los «excesos totalitarios». El otro, educado dentro del régimen franquista y sirviendo los objetivos de una monarquía liberal todavía sin verdadera legitimidad, ha demostrado desde este verano una habilidad bastante singular frente a una derecha obligada a retroceder «suavemente».

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Dos personalidades y dos destinos separados y que, sin embargo, hoy día tienen mucho de común para poder confrontar sus experiencias y, en caso necesario, ayudarse recíprocamente. Portugal, del cual Miguel de Unamuno decía que «da la espalda a España». goza hoy de un indiscutible avance político sobre su gran vecino. Que se haya podido hablar de una vuelta a la derecha en Lisboa o de una marcha atrás después, del 25 de noviembre de 1975 no debe hacer olvidar que Soares. regularmente elegido como jefe de un Gobierno socialista, con una constitución de la que se ha podido decir «que era la más socialista de Europa», puede considerar sin mayores comple jos las lentitudes españolas. Si se habla en Lisboa de proteger las conquistas es porque numerosas reformas sociales han sido adquiridas, lo que todavía está lejos de suceder en Madrid.

Por el contrario, Suárez puede estimar con todo derecho que, la muerte del dictador, la ausencia de guerra colonial y la abstención del Ejército han permitido a su país evitarse una revolución. Mucho más desarrollada económicamente, España tiene todavía mucho cámino que recorrer para alcanzar a Portugal en el plano político. Soares, miembro, con el Partido Socialista Obrero EspañoI, de la Internacional Socialista, puede actuar de árbitro entre el Gobierno de Madrid y la oposición democrática española. ¿Aconsejará al Partido Socialista Obrero Español romper con los comunistas y a renunciar a la abstención en el referéndum del 15 de diciembre?...

Para ello, será necesario que el congreso del Partido Socialista Obrero Español, que debe inaugurarse el 15 de diciembre en Madrid y al cual ha sido invitado Soares, sea autorizado.

26 noviembre

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_