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El Getafe no encontró el ritmo

Por Las Margaritas pasó un gran equipo, el Tarrasa. Supo defenderse con orden, sacar el balón jugado y crear situaciones de peligro basadas en un continuo apoyo y en el excelente rendimiento de sus individualidades. El Getafe no supo encontrar el ritmo adecuado y sólo por dos veces llegó claramente a la meta, de Vallespir, por nediación de Chiqui v Cruz. respectivamente.Entrega, sacrificio y afán de victoria fueron las armas esgrimidas por el Tarrasa. Ben Barek sabía que precisamente estas virtudes eran características del Getafe y jugó con las mismas cartas. La balanza se desniveló a favor de los egarenses por su mayor peso a la hora de juzgar la veteranía y el oficio. Sólo al principio y al final del encuentro puede decirse que los madrileños dominaron la situación. El resto fue para los catalanes, con grandes figuras en su conjunto. En el Getafe se hizo notar negativamente la baja de Salmerón. La derrota llegó precisamente en dos acciones de Cruz Carrascosa cuando éste jugó con tranquilidad el balón. Hasta entonces el ex jugador del Córdoba había pasado inadvertido, peto a la postre fue quien decidió el partido. El Getafe jugó bien los primeros minutos. Escalante, en plan maestro, dirigió el juego con habilidad y profundidad. El tándem Morote-Ovejero se encargó de neutralizar las primeras jugadas, y para ello se tuvo que emplear a fondo. En el primer período, de juego nivelado pero con superioridad técnica del Tarrasa, hubo reparto de oportunidades de gol. En el minuto treinta Cervantes rechazó un fulminante remate de Bio, y nueve minutos después Vallespir hizo lo propio con el disparo seco y duro de Chiqui.Tras el descanso, con la salida al campo de Romero para dar una mayor movilidad a las acciones ofensivas locales. el Tarrasa supo romper el ritmo de sus rivales. Se adueñó de la situación y contraatacó con autoridad y soltura Destacaron Vallespir y Domenech, espiados por Víctor Martínez, Io que da idea de su calidad. Estos fueron los peones claves para dar primero y mantener después la ventaja de su equipo con el marcador. Intentó el Getafe aminorar distancias, ya contra reloj, pero su juego se diluyó un tanto. Zambrano y Alfonso intentaron remediar con gran esfuerzo físico lo irremediable y dieron al menos opción a Cruz a que pudiera dejar el resultado en una derrota mínima, pero el disparo de éste, tras rechazar Vallespir, se estrelló en el larguero, cuando pasaban veinte segundos de la hora.

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