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Del calor al frío

Hoy, domingo, habrá dos equipos primates, de los pertenecientes al orden quiritario de la Liga, que se bañarán en agua caliente, mientras habrá otro del mismo rango al que le aguarda un baño frío. No hay que hablar en clave. Los del baño caliente al agua de rosas deben ser el Barcelona y el Madrid, citados por orden cronológico puesto que el primero juega tres horas antes que el segundo, que entra en horario de televisión. Uno como otro club recibirán con el triunfo esperado uno sobre el Burgos y el otro contra la Real Sociedad (que no es la de antaño fuera de Atocha) el reconocimiento de sus parroquias, la adhesión a sus grupos de mando y el establecimiento como verdad inconcusa de que los rumores, las discordias, las apresiones sobre que los equipos no funcionan, son maniobras de los eternos detractores, de los grupos antipartido, de la camarilla que obedece a los oscuros designios de la viuda de Mao.Claro es que esto sucederá si el Barcelona y el Madrid, por esta prelación en el horario, apabullan a sus oponentes, como multitud de quinielistas han previsto mientras otros más astutos y avisados, corren el riesgo de suponer lo contrario para aumentar su premio si aciertan. Pero no es probable, ni mucho menos. En el Barcelona los sucesos han llegado ya tan hondo como para comprometer todo el valer futbolístico de Cruyff a favor del «establishment» azulgrana y lleva un par de encuentros, el belga contra el Lokeren y el del Sánchez Pizjuán, en los que no sólo ha actuado como un gigante, sino que ha trabajado como un enano para que en un caso la clasificación y en el otro, los dos puntos positivos, quedasen del lado de la posición Montal-Michels-Cruyff en la batalla de cada día. El resultado de la guerra contra Ferrán Ariño y los suyos ya será otra cosa más larga. Así que el Burgos tendrá que pagar los gastos de la paz o al menos del armisticio y no es de creer que los esfuerzos de Marcel Domingo puedan estropear esta sardana previsible.

El Madrid descubrirá, ante, los suyos que el equipo «está como nunca» o poco menos y que el desánimo que ha cundido después de la eliminación de la Copa de Europa y tras el naufragio de Vigo es infundado y casi, casi ilusorio. Era de esperar que en estas circunstancias, el club soltase la campana gorda o sea la voz de Bernabéu, como suele en casos tales para animar a los remisos y socorrer a los defraudados. El club y su vozarrón tienen razón en que en los años mejores del Real, su belle epoque 1956-60 y su edad de plata siguiente hasta 1966, el equipo mítico perdía su cuota de partidos. Quizá lo que ahora ha puesto más nervioso al gremio fiel es que se haya perdido a los dos paños al la vez, al europeo y al nacional. Pero algo dice que se trata de aumentar artificialmente la psicosis de declive para negarlo fulminantemente. La Real de Benito Díaz, aquella gran pionera del fútbol de hoy, no hubiese servido de sparring suave a la resurrección del Real, ni a la de Rocambole. La de ahora, que juega fino y acepta riesgos, servirá de plinto a la justificación madridista. El agua fría caerá, sobre el Atlético, que después de haber sacado del inicio de octubre aquí todas las satisfacciones posibles, diez puntos de cinco partidos de Liga y dos triunfos -aquí y en la calle- sobre los internacionales del Hadjuk Split en Copa de Campeones, va a encarar en Sevilla su tramo difícil con formación «todo terreno» sin Leivinha y frente a un equipo escarmentado y, por tanto, avisado y con entrenador nuevo. Claro que un triunfo en el terreno de los verdiblancos sería un gran paso, pero no es seguro ni mucho menos. El empate a lo sumo y ya seria hazaña. Para el Atlético que hasta ahora se ha deslizado con cierta suavidad en su progreso, comienzan hoy la línea de choque en que todas las dificultades se, te duplicarán. No serán ya aventuras de ínsulas, sino de encrucijadas como distinguía don Quijote, las que le esperan de ahora en adelante, a comenzar hoy. Claro es que la Liga se gana con aventuras o partidos de uno y otro cariz.

En fin, que en las termas romanas se diría que el Barcelona y el Madrid entrarán hoy en el callidarium o en el peor caso en el tepidarium, pero al Atlétic le toca por el momento, el frigidarium. Veremos cómo sale cada cual.

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