El Pleno del martes, ocasión histórica
La reforma política del Gobierno Suárez ha entrado en su recta final antes de ser sometida al referéndum de la nación. Ayer, el presidente de las Cortes, Torcuato Fernández-Miranda, dialogó con los periodistas sobre el desarrollo del Pleno convocado para el día 16, que proporcionará -según dijo- la oportunidad histórica de cambiar radicalmente nuestra política, partiendo de la propia legalidad.Las modificaciones introducidas por la ponencia en el proyecto de ley del Gobierno fueron dadas a conocer también oficialmente ayer, al tiempo que se hizo público el informe completo de aquélla, en el que destacan los argumentos empleados para rechazar las tres enmiendas presentadas a la totalidad.
En respuesta al escrito formulado por Blas Piñar, la ponencia considera que la posibilidad de modificación constitucional alcanza a la propia ley de Principios del Movimiento Nacional, que no es más permanente e inalterable que los restantes preceptos constitucionales. Añade que sería absurdo que la sociedad española, a pesar de los cambios producidos, tuviera que ajustarse al traje jurídico formado por unas leyes fundamentales promulgadas en un determinado momento, y que no tienen por qué continuar por los siglos de los siglos.
Entre la información facilitada por el presidente de las Cortes destaca la distinción neta que se producirá en el Pleno -al que se le calcula una duración máxima de dos días y medio- entre la fase de las deliberaciones y la de las votaciones. Todas estas últimas se producirán al final. El Gobierno podrá solicitar al presidente de la Cámara el procedimiento de votación que prefiere -global o parcial-, y en todo caso, para la aprobación final del proyecto de ley se requerirá un quorum de dos tercios de los procuradores presentes, que nunca podrá ser inferior al de la mitad más uno de los miembros de las Cortes.
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