Comienzo de una nueva etapa en las relaciones franco-españolas

El final del viaje de los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía fue comentado ayer, de manera bastante destacada, por la prensa francesa. Como los medios oficiales, la opinión conservadora caracterizó este primer viaje real a un país europeo como «el nuevo comienzo de una amistad entre los dos países, que se encontraba en punto muerto desde 1936», según el diario Le Figaro y otros órganos de la derecha. El vespertino Le Monde marcó el punto final del viaje destacando una entrevista con Marcelino Oreja, ministro de Asuntos Exteriores, en su primera página, en la que afirmaba que de momento España no pedirá su adhesión al Mercado Común. Será después de las elecciones, previstas para la primavera próxima, dijo el ministro, cuando se planteará el problema de ingreso en las grandes instituciones occidentales. Por su parte, la prensa de izquierdas se mantuvo crítica, como durante la visita.Uno de los diarios más expresivos en favor de los Reyes fue L'Aurore, conservador, según el cual no cabe duda de que muchas muchas amas de casa del distrito número XVI, el barrio chic de París, el viernes tuvieron que ponerse el mandil para cocinar, «porque sus bonnes españolas (criadas españolas, las Conchita, Dolores, Carmen, habían ido a la embajada, en donde fueron recibidas por sus Majestades». Este mismo diario aprovechó el final de la visita para, en un artículo recuadrado, explicar «por qué España está prohibida aún para Santiago Carrillo». Según este periódico, la historia de Paracuellos del Jarama tiene la culpa del exilio de Carrillo.

Por su parte, Amnesty International aprovechó el final del viaje para enviar una carta al Rey pidiéndole la proclamación de una amnistía general para todos los prisioneros políticos detenidos en España. En la misma misiva felicitó al Rey por la amnistía parcial de julio último y resaltó que en España aún se sigue deteniendo por razones políticas.

En sus declaraciones a Le Monde, Marcelino Oreja afirmó que «la reforma sindical tiene por objetivo la libertad total de afiliación a los sindicatos y la constitución de estos últimos». A propósito del restablecimiento de relaciones diplomáticas con la URSS, recordó la actitud española en esta materia: «Relaciones normales con todos los países del mundo.»