El alivio de la andaluza

Hoy domingo se juegan siete partidos de Primera División, porque ayer, sábado, se jugaron el Madrid-Valencia y el Athletic de Bilbao-Sevilla con focos refulgentes y gastando kilovatios en unas ciudades con sus luces oscurecidas. (España y el fútbol somos así, señora.) Bajo la luz solar del domingo, la misma luz que anotó, en un cuento inolvidable Pérez de Ayala, se van a jugar los partidos restantes y entre ellos tres de equipos involucrados en competiciones europeas también y que hubiesen bendecido como agua de mayo un descanso anterior suplementario de veinticuatro horas, que no les habrá sido posible.No hay duda que al Madrid el Valencia no le habrá puesto demasiadas dificultades para contribuir a aumentar el gasto de energía eléctrica. Hace pocos días se han divulgado las ganancias que le supuso al Málaga su asentimiento al dejar La Rosaleda como terreno apto para que el Madrid empatase con el Brujas en Copa de Europa: de dos a tres millones de pesetas por piso de plaza. Otros tantos le supondría al Valencia alquilarle el solar de Mestalla para que jugase contra el Stal Mielec. Después de esto, el Valencia o en su caso el Málaga, si el caso llegase, no podrán negarle un adelanto de tiempo si le conviene al club que les proporciona un ingreso no previsto en presupuesto.

El Madrid no ha elegido ir a jugar sus partidos de Copa de Europa, hasta los cuartos de final incluidos, fuera de su campo. Se agarró como a un clavo ardiendo a este resquicio que le permitía jugar la Copa de Europa como una mejora evidente sobre no jugarla de ninguna manera, lo que le acarreó aquella tropelía contra el árbitro Linemayer; pero esto sentado, no hay duda de que dispone de tres premios de unos tres millones de pesetas para repartirlos entre los tres clubs que le resulten más «moros amigos» de los que juegan con él la Liga, prima a tres clubs adversarios de una manera pública. Nadie se lo ha prohibido y el club usa de sus ventajas y de hacer de la necesidad virtud, pero esta es una de las cosas que están mal organizadas en el fútbol español con su «laissez faire, laissez passer» sobre todo si el dejar de hacer o pasar es a favor de un club poseedor de paquetes mayoritarios de acciones de la Liga. En esta ocasión en realidad se están manejando unas primas a terceros «por jugar». No es que se haya urdido así, pero ha resultado así en virtud de aprovechamiento de circunstancias extrañas y superiores, pero que va en contra del principio de oportunidades. No es el único caso que sucede, las primas a terceros existen y las cesiones a terceros -Y contra terceros también- no faltan mientras el guardián se hace el dormido.

Realmente, ningún club de la Liga que esté ajeno a las preocupaciones europeas ha intentado aprovecharse del relativo agobio que sufren los implicados en dos competiciones. El Valencia debía de haber aprovechado su soltura y no ha sabido o no ha podido. Es más, vino a Madrid con el propósito de ayudar en parte al mayor descanso del club que le dio a ganar unos dineros. Por otra parte, la federación les libera del impuesto de la Copa, leve por ahora. No habrá en el fútbol español las dificultades del inglés en el que las condiciones se agravan para los mejores y así sólo dos clubs en lo que va de siglo y otros dos en lo que va de Liga pudieron unir Liga y Copa en la misma temporada. Son dos maneras de entender el fútbol. Cuatro clubs ingleses sólo, Preston, Aston Villa, Tottenham y Arsenal, han podido ganar Copa y Liga desde 1889. En España, desde 1940, lo han podido hacer media docena (Barcelona 1952, 53 y 59, Athletic Bilbao, 1956, y Real Madrid, 1962 y 75). En Inglaterra en 87 años, el club que más veces ganó la Liga fue el Liverpool, con nueve títulos, y en España, desde 1929, o sea, en 47 años, el Madrid pudo ganarla diecisiete, veces. No hay duda que el fútbol español está organizado por los poderosos para los poderosos y siente el deber de aliviarles la andadura cuando puedan jadear un poco en la carrera, como en cierto modo hoy, domingo.