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Usos peregrinos de la estadística económica

Setenta mil millones de pesetas, perdidas de la economía española por huelgas salvajes en el primer semestre de 1976 (Ya, 8 de octubre)Cuando este país se manejan las estadísticas para defender una determinada opción política, suele llegarse, en numerosas ocasiones, a afirmaciones ciertamente peregrinas, o por lo menos, sorprendentes. Cada vez resulta también más frecuente el hecho de lanzar a la publicidad un determinado dato económicoo una tasa de variación correspondiente a un agregado macroeconómico básico sin explicar el origen de la cifra en cuestión ni los métodos empleados para su cálculo.

Muchas de las descripciones realizadas sobre la marca de la economía española en los últimos meses se caracterizan por presentar tanto un manejo pintoresco de la información disponible como una aparición cada vez más creciente de datos o cifras no disponibles en las publicaciones estadísticas periódicas existentes en España. Como ejemplo de lo primero, a principios del presente año se llegó públicamente a comparar la marcha de los salarios con la del coste de la vida utilizando los incrementos interanuales de ambas magnitudes referidos a períodos de tiempo distintos. En esta comparación (que fue bien espectacular, por cierto), la estadística empleada para describir la evolución salarial fue el salario por hora trabajada (aunque entonces sólo se habló de salarios a secas), y ello en un momento en que la fijeza de las plantillas unida al descenso de las horas trabajadas, en el concepto estadístico del salario-hora-totalmente al margen de la evolución real seguida por el salario en mano o salario-persona percibido por el trabajador.

Siguiendo con el tema de los salarios, la estadística más empleada para el análisis a corto plazo es la encuesta trimestral de salarios que lleva a cabo el Instituto Nacional de Estadística (INE). En dicha encuesta se obtiene información, básicamente sobre las tres variantes siguientes: volumen total de salarios pagados por las empresas (S), número total de horas trabajadas (H) y número de personas ocupadas (N). Pues bien, el INE, al resumir los principales resultados obtenidos en tal encuesta, suele limitar su información a la tasa de crecimiento del salario-hora (S/H) sobre igual periodo del año anterior. Así, por ejemplo, en el primer trimestre de 1976, la masa salarial creció en un 16 por 100 sobre igual trimestre de 1975, mientras que las horas trabajadas, descendieron, en el mismo periodo, en casi un 6 por 100. La información que se recogerá en los medios de comunicación sobre los resultados de la encuesta se limitará, si se sigue la norma hasta ahora habitual, a decir que la retribución media por hora trabajada (S/H) creció en el periodo citado en un 21 por 100 y no se publicará, entre otras cosas, que el salario-personal (S/N) medio, fue de 19.950 pesetas mensuales durante los tres primeros meses de 1976, y ello para los sectores cubiertos; industria, construcción,comercio, banca y seguros. La tasa de crecimiento del salario-hora se emplea en España, pues, como casi absoluto indicador de la marcha de los salarios, cuando un análisis mínimamente riguroso de esta variable exige la consideración conjunta de un número bastante más amplio de indicadores.

En cuanto a la aparición de nuevas e inesperadas estadísticas, resulta cada vez más frecuente el empleo, por parte de organismos empresariales y por determinados políticos, de las cifras correspondientes al número de horas de trabajo perdidas como consecuencia de conflictos laborales. Además del número de horas, éstas también se valoran entérminos de producción perdida, con lo que se pasa a lanzar cifras espeluznantes sobre millones de pesetas de despilfarro ocasionado por la agitación laboral. Cada cual está en su derecho de expresar su propia estimación cuantitativa sobre los aspectos de la economía que le conciernen, pero una precisión y una rapidez tal en el cálculo de ciertas estadísticas es algo que no puede dejar de sorprender. Si a mediados de octubre de 1976 la única estimación sería disponible a corto plazo sobre el volumen de horas trabajadas, que es la derivada de la encuesta citada de salarios del INE, sólo cubre el primer trimestre, ¿cómo es posible que se puedan conocer las horas perdidas de trabajo a causa de las huelgas, así como el valor de la producción que se ha dejado de obtener en el primer semestre de 1976?

España no es un país en el cual las empresas proporcionen con entusiasmo y rapidez la información necesaria como para analizar de manera rigurosa la situación económica. Por eso, en las especiales circunstancias socio-económicas presentes, sorprende la precisión estadística y el ánimo informativo que muestran los más señalados dirigentes empresariales. La situación exige que todos los organismos que realizan o publican determinados indicadores económicos presenten los mismos con más rapidez que hasta el momento, así como también es preciso que la información divulgada lo sea de forma que la misma no se preste a tergiversación o a un empleo inadecuado por parte de sus posibles usuarios. Esta última exigencia debe ampliarse, asimismo, a pedir que tales organismos no se limiten a publicar o divulgar sólo una parte de las estadísticas que obtienen, puesto que sólo cabe un análisis coyuntural mínimamente lúcido si se dispone de toda la información existente.

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