El Rally de España, gran oportunidad para Zanini
El rally del RACE que hoy comienza, va a dar a España la primera oportunidad de contar con un campeonato de Europa de pilotos y marcas. Esta ocasión, con la que hasta hace tres años no podía ni soñarse, se nos presenta gracias al esfuerzo paciente y tenaz de un grupo de españoles que han trabajado infatigables hasta conseguir que un coche fabricado en nuestra patria y teóricamente inferior a los mejores del mundo que participan en la especialidad haya conseguido en el presente campeonato dos victorias absolutas, dos segundos puestos y un cuarto, y colocarse a sólo ochenta puntos del actual líder.
Pero como en técnica no existen milagros conviene explicar un poco los laboriosos caminos recorridos para llegar a tan magnífica situación.Hace sólo media docena de años, y coincidiendo con la producción masiva de automóviles en España, los aficionados al automovilismo deportivo encontraron por primera vez la ocasión de participar con automóviles de serie en la modalidad de rallyes, algo que en el pasado era materia restringida excepto para un grupo económicamente pudiente que importaba aquellos coches que por sus especiales características de dureza y potencia resultaban competitivos en esta difícil especialidad.
Los fabricantes de automóviles, que empezaron a ver el ilimitado campo que esto representa en el futuro de sus ventas, comenzaron prestando tímidas ayudas de forma oficiosa y los resultados deportivos obtenidos son utilizados como fuerte reclamo que habla de la dureza y calidad de sus coches (los rallyes son el campo de pruebas más duro al que puede someterse un automóvil).
Chrysler España crea el desafío Simca; Renault, además de la copa TS, aparece con un equipo oficial en los rallyes nacionales y Seat adquiere los servicios de un experto, José Juan Pérez de Vargas, y se lanza también al complicado laberinto de las competiciones.
Día a día, y entre éxitos y fracasos, este equipo va adquiriendo experiencia, y pronto el esfuerzo se ve premiado con el primer campeonato de España para la marca, tras magnífica labor de los dos pilotos oficiales que integran el equipo Seat: Jorge Babler y Salvador Cañellas. El primero se retira del deporte de forma prematura y la escudería contrata al joven Antonio Zanini, piloto catalán que viene destacando de forma notable. La marca no regatea medios y pronto el panorama nacional resulta raquítico por falta de contrarios con quienes medirse en igualdad de condiciones. Empiezan las salidas al extranjero y en el difícil rally de Montecarlo, Seat y Zanini consiguen un increíble cuarto puesto. Los éxitos se suceden a lo largo de 1976, a pesar de la inferioridad manifiesta en potencia de nuestros coches (el mejor Seat no da más que 200 cv mientras que Lancias y Porsches superan los 250 cv). Zanini empieza a traer de cabeza a pilotos como el francés Darniche, que encabeza la clasificación del Campeonato de Europa con 320 puntos y será con Jaroscewicz, su mayor enemigo a partir de hoy.
A falta de tres pruebas, incluido el rally de España, si el equipo español, que cuenta en estos momentos con el tercer puesto y 240 puntos, obtuviera los 80 del primer clasificado (el rally español es el de mayor coeficiente de Europa, coef. 4), empataría con el francés, que viene a esta prueba con toda la ayuda de Lancia Alitalia oficial después de haber estado corriendo todo el campeonato con el Lancia-Stratos del representante de la marca italiana en Francia.
Por primera vez los organizadores han arrumbado el quijotismo y el rally ha sido pensado para que Zanini compense con su increíble habilidad la diferencia de potencia del coche que tripulará el francés.
Puede esperarse, y no es descabellado, por tanto, que Zanini gane el rally de España y aunque quedan todavía el St. Amand de Frana y el de Varsovia, que decidirán el resultado final del campeonato, lo conseguido por nuestro coche y el gran piloto, que, sin duda, es ya Zanini, no lo mueve nadie.
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