Maertens, arrollador en el "Superprestige"

El belga Freddy Maertens ha ganado arrolladoramente el trofeo Superprestige Pernod, que. se alcanza a través de un sistema de puntuación en el que se incluyen todas las pruebas importantes del calendario internacional. Es la primera vez desde el año 69 que Eddy Merckx no consigue este trofeo. En esta ocasión, no ha pasado de ser el cuarto, claro índice de que sus mejores días han pasado.El trofeo «superprestigio» se consigue a través de un baremo de puntos muy completo, y trata de establecer, al final de cada temporada ciclista, el mejor corredor del año. Según la importancia de las pruebas se conceden más o menos puntos. El Tour de Francia, prueba estrella del calendario, premia al primero con 110 puntos, y la puntuación va bajando de forma sucesiva hasta el duodécímo, que obtiene 18. El Giro concede 75 puntos al primero, y premia hasta el noveno puesto. En la Vuelta, a España puntúan los siete primeros (70 a 4 puntos). Las restantes pruebas que puntúan son el Campeonato del Mundo, el Gran Premio de las Naciones, la Milán-San Remo, la Burdeos-París, la Flecha Valona, la Semana Catalana, la Anistel Gold Race-Heerlen, el Tour de Flandes, la París Roubaix, la Lieja-Bastogne-Lieja, los Cuatro Días ,de bunkerque, la Vuelta a Romandia, el Dauphine Liberé, el Mid,i Liberé, la París Bruselas, el Tour de Versalles y el Tour de Lombardía.

Desde el año 69, Eddy Merckx .había ganado todas las ediciones 'del «superprestigio», casi siempre por amplísimo margen. Este año no ha pasado de ser cuarto, con151 .puntos, contra los 332 de su compatriota Freddy Maertens, que de esta forma se proclama, de manera casi oficial, como el mejor corredor 'de la temporada. Segundo ha sido -muy lejos- el italiano Francesco Moser, con 175 puntos, y tercero el holandés JoppZoetemelk, con 170. Los puestos M quinto al décimo los han ocupado el belga Van Impe, vencedor del Tour, con 145 puntos; el también belga Roger de Vlaeminck, con 141; el francés Raymond Poulidor, coi! 129; el italiano* Felice Gimondi, con 125-1 el holandés Hennie Kuiper, con 111, y el francés Bernarid Thévenet, con 110.

Evidentemente, y a pesar de que sólo tiene treinta y un años, Eddy Merckx ha dejado ya atrás sus mejores días. Ya el año pasado no pasó de ser el segundo en el Tour, prueba que había ganado hasta entonces en sus cinco participaciones .Este año, ni acudió a ella, y desde mes y medio antes de que finalizase la temporada la dejó de correr por causa de unos dolores en la espalda. Terminar el cuarto en el «superprestigio» habría significado un éxito para cualquier ciclista del momento, pero Merckx,«el monstruo», siempre ha inscrito su nombre en lo más alto de las clasi ficacíones. A fuerza de no tener piedad con sus rivales, es posible que Merckx haya quemado sus fuerzas antes que otros hombres. El nunca fue un campeón calculador, como Anquetil. Siempre que tuvo fuerzas intentó la escapada, sin importarle el hecho de contar con minutos de ventaja en la clasificación general. Su organismo, a fuerza de excesos, ha comenzado a re sentirse. A su edad, Anquetil, Coppi o Bahamontes alcanzaban su mejor momento. El decae. Pero su impresionante palmarés ahí queda, aunque tengamos que lamentar que a partir de ahora se enriquezca muy poco.