Plan para atraer la empresa privada al Ulster

Una comisión oficial estudia el modo de hacer más atractivo el Ulster para la empresa y la industria privada. En esta provincia británica no cesa la violencia desde 1969. Este año, por ejemplo, han muerto 210 personas en toda clase de enfrentamientos y atentados, y no parece que la situación vaya a mejorar. En esas condiciones, la iniciativa privada se retrae.

Ahora el 35 por 100 de la población ocupada en el Ulster trabaja en empresas estatales, un 5 por 100 más del porcentaje que se da en el resto del Reino Unido.

La falta de iniciativa privada es también una de las causas del alto nivel de desempleo que se observa en el conflictivo territorio. Casi un 10 por 100 de los irlandeses del norte están sin trabajo y además no tienen perspectiva alguna de conseguirlo.

Para hacer más atractivo el Ulster, económicamente hablando, la comisión recomienda que se liberen de impuestos aquellas empresas que quieran establecerse en la provincia. Esa situación les duraría al menos diez años. El resultado de esta operación sería altamente beneficioso para los propósitos pacificadores que se tienen en relación con el Ulster.

Cuando Mason, el nuevo ministro para asuntos de la provincia, se hizo cargo de su puesto, dijo en un discurso que no sólo se proponía garantizar la paz y el orden por los métodos tradicionales, sino que iba a concentrarse en hallar soluciones económicas para el territorio.

Según algunas informaciones de prensa en las áreas de desempleo del Ulster, una de las fuentes de ingreso de los jóvenes desocupados es su trabajo como espontáneos para llevar a cabo actos de terrorismo.

El líder sindicalista Jack Jones dijo una vez a EL PAIS que si se crearan 50.000 puestos de trabajo en aquella provincia, una de las causas de la violencia social terminaría desapareciendo. Para Jones la crisis ha llegado a ser mucho menos religiosa y política, que económica.