En lugar de corrida de toros, Chino Torero

De repente, la empresa de Vista Alegre, plaza sorprendente donde las haya por sus cierres imprevistos y sus aperturas impensadas, ha decidido interrumpir la temporada de otoño. El día 12 no habrá corrida de toros, con la alternativa de Oscar Silva, según se había dicho, sino Chino Torero. Suple a la fiesta un espectáculo cómico-taurino-musical. Y mañana, ni eso: no hay nada.La reanudación, de momento, será el día 17, con una novillada de Felipe Bartolomé para el Niño de Aranjuez, Jorge Polanco y El Pelucho, que hará su presentación. De ahí en adelante, sin la competencia, seria competencia, de Las Ventas, ya se verá.

Justifica su falta de continuidad, y no cabe duda que con razón, la empresa de Vista Alegre, por las grandes pérdidas que tiene cada vez que da festejos mayores o menores. Carece de clientela. La empresa actual paga los errores de las que la precedieron, las cuales llevaron a cabo gestiones nefastas para el prestigio de la plaza.

Aquello de ir a los toros de Carabanchel a una corrida convenientemente anunciada Y encontrarse con el letrerito famoso que decía: «A causa de la inseguridad del tiempo se suspende ... ». mientras en Las Ventas se daba con toda normalidad el festejo. porque el cielo estaba sin nubes y azul la mar, fue una historia repetida con frecuencia durante años, que llevó el coso a la ruina. ¿Quién se arriesga a sacar una entrada para ir a Vista Alegre con estos antecedentes?

Su salvación única es -entendemos- volver a empezar, invertir dinero en abundancia, hasta que se recupere la solera que La Chata tuvo en tiempos, categorizarla. Y esto, es lógico, sólo puede hacerlo una empresa con sustanciosas reservas y decisión para afrontar la aventura.

La oportunidad de Vista Alegre estuvo siempre, está ahora, en los principios y finales de temporada, cuando Las Ventas aún no la inició, o ya la concluyó. Pero tampoco es, una posibilidad muy clara: los toreros de primera fila -nos dicen los empresarios- no quieren contratarse para esta plaza. Quizá por el temor al juicio de la afición madrileña cuando ya el año taurino va de vencida.