Junta general extraordinaria de la Asociación de la Prensa el próximo jueves

Persiste la controversia en torno a la titularidad de la propiedad del Palacio de la Prensa, acentuada ahora por la negativa de un registrador a inscribir la escritura de aquél como garantía hipotecaria, en una operación financiera acordada por la Presidencia de la Asociación de la Prensa madrileña y la Caja de Ahorros de Madrid.

El próximo jueves, 30 de septiembre, a las cinco de la tarde, se celebrará una Junta General Extraordinaria de la Asociación de la Prensa de Madrid, con el fin de decidir las iniciativas a seguir por esta corporación profesional respecto a su situación económica. Entre las propuestas que se plantearán en esta reunión figura la elaborada por un sector de directivos de la asociación y que consiste en someter a la Junta Extraordinaria la aprobación de una comisión especial de cuentas —formada por periodistas, un letrado, un arquitecto, un economista y un censor de cuentas— que revele los pormenores económicos de la asociación y su situación respecto a sus bienes patrimoniales. Sobre este extremo se mantiene cierta incertidumbre respecto al Palacio de la Prensa, conceptuado como garantía hipotecaria por la Presidencia de la Asociación respecto a un préstamo de 375 millones de pesetas en la Caja de Ahorros de Madrid. Para la culminación de esta operación se adoptó la fórmula contractual de pacto de retro entre la Caja de Ahorros y la Presidencia de la Asociación de la Prensa madrileña y continúa controvertida la determinación real de la propiedad del mueble del Palacio de la Prensa, bien patrimonial de la corporación profesional. Recientemente, y por defecto de forma, se negó la inscripción de la escritura en el registro mercantil madrileño. Las cláusulas de pago no han sido inscritas por no hallarse completos determinados requisitos para su registro.

Según estimaciones de algunos sectores periodísticos, la facultad de enajenación o venta de patrimonio corporativo quedaría fuera de las competencias propias de la Presidencia de la Asociación de la Prensa de Madrid, de no mediar mandato específico y autorización expresa de la Junta General de los asociados. Si bien los estatutos asociativos recogen supuestos similares a los contratos suscritos, en el artículo 22 existirían diferencias cualitativas entre ellos y el acordado respecto a este préstamo, según las mismas fuentes.

Lucio del Alamo declaró ayer a EL PAIS que el edificio del Palacio de la Prensa —en la plaza de Callao— continúa perteneciendo a la Asociación de la Prensa de Madrid, con un débito de 109 millones de pesetas por un préstamo suscrito anteriormente por la asociación con la Caja de Ahorros. Señaló además que, a corto plazo, se reiniciarán conversaciones con la Caja de Ahorros «para llegar a acuerdos satisfactorios» pedidos también por esta entidad. Por su parte, fuentes técnicas de la Caja de Ahorros de Madrid, en ausencia de sus directivos que se encuentran en Santiago de Compostela en el año jubilar, declararon a EL PAIS que «no hay nada anormal ni alarmante para los periodistas, porque se cuenta con la buena fe de todos» tras afirmar que el tratamiento de la cuestión, por parte de la Caja, «no ha podido ser más correcto y generoso», primando el «deseo de causar el menor daño», declinaron ampliar estas opiniones con información sobre el caso, en tanto los responsables de la Caja no regresen a Madrid, al comienzo de la semana entrante.

Resulta evidente la existencia de dificultades para el pago de estos créditos por parte de la Asociación de la Prensa de Madrid que, en 1969 abordó la erección de la Ciudad de los Periodistas mediante financiación crediticia con la Caja de Ahorros. Por otra parte, la envergadura de las operaciones económicas y financieras de la asociación resulta complejamente computable —según todos los sectores periodísticos consultados— y urge a esta corporación saldar los cobros pendientes, tasados entre una cifra que oscila entre 625 y 725 millones de pesetas, pues su demora almacena intereses.