Miguel Angel impidió que el Barcelona goleara

Con un gran fútbol, fuerte, rápido y profundo, apoyado en individualidades, que rindieron a un nivel extraordinario, el Barcelona desarboló al Madrid y ganó con un marcador claro que, en justicia, debió ser más largo. El mejor del Madrid en el Camp Nou fue Miguel Angel, y gracias a él, los de Miljanic escaparon con sólo tres goles. El Madrid actuó en Barcelona a un nivel sensiblemente más bajo que el que venía mostrando desde que se inició la temporada., En el primer cuarto, de hora de partido y en una breve fase de la segunda mitad, jugó con alguna soltura y pareció a punto de arrancar con ese juego rápido y bien ligado que tanto se le ha visto en la pretemporada; pero el resto del fiempo, fue un juguete en manos del Barcelona. El equipo de Michels, más largo de fuerzas fisicas que el Madrid, con algunas, individualidades que, rayaron a la mayor altura y conun esquema táctico bien concebido, bordó el fútbol enalgunos momentos, y durante todo el partido hizo un juego práctico y muy profundo.

En el Madrid se acusa un problema: la línea media no contiene. Ni Velázquez ni Del Bosque. son perseguidores, y Breitner, el de mejores aptitudes para el marcaje de los tres, es también el que con más frecuencia debe incorporarse al ataque, porque es el de más rápida carrera y el más resistente, y en ocasiones le cogen a traspiés los contraataques. El Madrid, pues, se encuentra en condición de inferioridad, ante los equipos que poseen constructores de calidad en el centro del campo. Ante equipos de nivel medio, sin hombres de especial peligro en esa parcela, el defecto no se acusa mucho, porque los descuidos de marcaje no tienen por qué tener reflejo seguro en el marcador. Pero ante equipos que coloquen en el centro del campo, a hombres. de la calidad de Neeskens, Marcial y Asensi, puede resultar decisivo.

El Barcelona fue consciente de que por ahí podía ganar el partido, y se entregó a una lucha constante en la media. Sabedor Michels de que el Madrid es equipo de contraataque, dio a sus jugadores consigna de replegarse rápidamente cada vez que los de Mijánic se hacía con el balón. El Barcelona cedía metros cuando esto ocurría y esperaba atrás, para allí desbaratar las acciones madridistas y salir rápidamente hacia el ataque.

Velázquez se achicharró pronto por el ritmo del partido y por la compañía de Neeskens, extraordinario de fuerza, y Del Bosque se encontró descolocado varias veces, una de ellas en el primer gol del partido, obra de artesanía de Marcial, que recibió el, balón en el área chica, salvó la entrada de Benito pisando hábilmente el balón y después le colocó el balón suavemente a Miguel Angel junto a un palo. A partir de ese primer gol, el Madrid, que tuvo que buscar el empate, descuidó aún más su guardia, y el Barcelona, con Heredia, Neeskens y Cruyff en gran forma, sometió a Miguel Angel a un intenso trabajo. Los ataques de los locales siempre tenían sello de peligro, porque encontraban ante sí una defensa mal protegida por su media, y Miguel Angel salvó goles cantados.

En la segunda mitad, el Madrid se encontró pronto con el gol de empate, en una de sus pocas jugadas ligadas del partido, llevada a cabo por Sol y,Breitner, dos de los que mejor aguantaron siempre el -tipo. Pero Cruyff nadamás sacarse del centro, consiguió poner de nuevo a su equipo por delante en el Ynarcador y restablecer la situación. Después, el Barcelona se estrelló otra vez contra,Miguel An-gel, hasta el que llegaba con facilidad. Hacia el minuto quince de esta segunda mitad, el Barcelona pareció acusar algo, del esfuerzo o tal vez decidió mostrarse prudente con la idea de que el triunfo estaba logrado,,y el, Madrid consiguió rehacerse, ligó alguno! minutos de buen fútbol y amenazó con empatar. Pero siempre le faltó en el ataque la colaboración de Gueriní, un defensa más del Barcelona en cuyos pies moría todo. Cuando Jensen hubo de ser sustituido por lesión se acabó1a reacción madridista y se, pasó aunjuego sosegado, casi- pacífico, fruto sin duda del -cansancio de ambosequipos. Ciaco minutos antes del final Hetedia, sobre un falto de Benito, marcaría el 1 de la euforia y pondría-el 90 súltado un. poco más cerca de la justicia, pues 1 ' a diferencia que habla existido, entre uno y'otro equipo fue al-menos de tres goles.