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El declive de un maestro

Los resultados que lleva cosechados el norteamericano Arthur Ashe este año, hacen presagiar el declive de este fenómeno mundial. Hace dos años ganó el Gran Prix. Desde entonces los marcadores de los partidos que disputa no están en constancia con su categoría. En los torneos que interviene, el triunfo cada día le supone un mayor esfuerzo, lo que en muchas ocasiones le es insuficiente. Esta vez ha sido el discreto yugoslavo Franulovic, quien le cerró, con un decisivo 6-4, 6-4, el camino hacia la victoria en un torneo más. Es el precio de la fama. Si hubiera sido un cualquiera en el mundo del tenis, la foto de este deportista humillado, desanimado, derrotado, no tendría importancia. Arthur Ashe en cambio, ha sido un «nomber one» de la raqueta.

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