Dolores Ibarruri, Carrillo y Camacho, recibidos por Fanfani

Un grupo de la oposición democrática española, reunido en Roma en ocasión de la celebración del Comité Central del Partido Comunista Español, fue recibido ayer por el presidente del Senado, Amintore Fanfani y el de la Cámara, Pietro Ingrao.

Integraban el grupo español la presidenta del Partido Comunista, Dolores Ibarruri; el secretario del partido, Santiago Carrillo; el líder de Comisiones Obreras, Marcelino Camacho; el profesor Rafael Calvo Serer, monárquico liberal independiente; José Vidal Beneyto, el señor Garcés por la Federación de Partidos Socialistas y, el señor Eurico de la Pena Díaz por los partidos socialdemocráticos.El presidente del Senado, el democristiano Fanfani, ha conversado largo rato con los españoles, declarando que veía representados en ellos al pueblo español en su lucha en favor de la democracia. Con el profesor Calvo Serer, en particular, ha recordado viejos tiempos, cuando se conocieron en la Universidad de verano de Santander en 1935 y han hablado de amigos comunes.

La entrevista con el comunista Ingrao ha sido cordial y rica, de un intercambio de impresiones políticas que por parte de Ingrao se ha traducido en una evocación de la importancia que la guerra civil española, como punto de encuentro de la izquierda italiana, tuvo para los italianos y tiene todavía hoy para un parlamento que es derivación de la resistencia al fascismo. Ingrao ha tenido que interrumpir la visita para recibir al presidente del Gobierno encargado Giulio Andreotti en visita de protocolo. Durante tres cuartos de hora sorbiendo un café, el grupo de democráticos españoles ha improvisado un pequeño parlamento sobre la situación española, en presencia de funcionarios del Partido Comunista y de la Cámara que les acompañaban durante el que se ha hablado de los problemas de la unidad sindical, de la tarea inmediata que tendría un Gobierno realmente democrático para solucionar la actual crisis económica, de los aspectos positivos que presenta el Gobierno Suárez, como ha hecho notar Santiago Carrillo, al hablar por primera vez en su declaración programática del pueblo como sede de la soberanía, amnistía y de la necesidad de un diálogo con la oposición.