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No hay candidato a la presidencia de "Justicia y Paz"

El próximo día 26 se reunirá el plenario nacional de Justicia y Paz, a fin de proponer al Episcopado las ternas para la elección de presidente, vicepresidente y secretario general, todos los cuales cesan ahora reglamentariamente. El presidente actual es, Joaquín Ruiz-Giménez; el secretario general, Juan José Rodríguez Ugarte, y el vicepresidente, Carlos Santamaría. Estos dos últimos se presentarán, probablemente, a la reelección; no así el señor Ruiz-Giménez, quien ha anunciado ya su decisión de dejar definitivamente la presidencia de Justicia y Paz para dedicarse de lleno a actividades específicamente políticas.La sustitución de Joaquín Ruiz-Giménez plantea un serio problema a Justicia y Paz, y aún no se ha encontrado la persona ideal para ello, aunque existe una relación previa de medio centenar de nombres con los que están manteniéndose conversaciones para sondear las posibilidades de aceptación del cargo. Según han comunicado a EL PAÍS fuentes solventes, entre las personas más conocidas de dicha relación, figuraba el profesor y abogado Gregorio Peces-Barba- Martínez, quien sin embargo ha declinado el ofrecimiento en base a su trabajo profesional y a que, en el fondo no tiene demasiada fe en éstos movimientos católicos. El señor Peces-Barba se encuentra vinculado al Partido Socialista Obrero español, y continúa en el mismo, pese a los rumores surgidos recientemente sobre una posible- dimisión del señor Peces-Barba.

Cada cargo a cubrir por Justicia y Paz necesita una propuesta de terna a la Comisión Episcopal de Apostolado Social, que preside el arzobispo de Oviedo, monseñor Díez Merchán, y que es el organismo formalmente encargado de designar los cargos dirigentes de Justicia y Paz.

¿Qué vigencia sigue teniendo este organismo en las actuales circunstancias? Esta ha sido, precisamente, la cuestión fundamental de las últimas reuniones celebradas por dicha entidad en Miraflores. La respuesta es diferente, según se considere el periodo de la transición y el de una situación verdaderamente democrática; con la ampliación de las libertades, Justicia y Paz pierde una cierta funcionalidad pública, aunque es probable entonces la aparición de otros problemas. Este es uno de los temas de fondo que subyacen en la elección de un nuevo presidente para dicho organismo.

Cabe informar, por otra parte, que Justicia y Paz está preparando la celebración de un acto sobre los derechos humanos y la amnistía para los primeros días de julio.

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