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Pequeños detalles que pueden ocasionar inconvenientes

Porque llevamos de vez en cuando el coche al taller (a cambiar el aceite y... a muy poquitas cosas más, ésa es la verdad), a menudo caemos en el exceso de confianza de pensar que nuestro vehículo sigue reuniendo las mismas condiciones de seguridad que el día que lo compramos. Quizá en los apartados considerados básicos, como frenos, dirección y neumáticos, nuestro automóvil se encuentre to davía en plena forma, por la cuenta que nos tiene... ¿Pero, y en lo demás? Pilotos traseros; limpia y lava- parabrisas, faros, amortigua dores y un largo etcétera para quien desee hilar más fino, son elementos que aunque se denominen en general «accesorios», lo cierto es que en determinadas oca siones pueden llegar a tener tanta o inás responsabilidad que cualquier otro órgano del coche.He aquí algunos de estos puntos y [o que conviene hacer para mantenerlos en perfecto estado:

Faros. ¿Cuánto hace que no ajusta los faros? Si de noche no le lanzan ráfagas los demás conductores cuando se cruzan con usted, seguramente es que no los lleva altos; pero también es posible que los lleve demasiado bajos, lo que significaría estar rodando con unas condiciones de seguridad inferiores a las normales.

Pilotos traseros. El polvo y la suciedad que con el tiempo se va acumulando en el enterior de los acumulando en el interior de los cristales y sobre lás bombillas hace que la intensidaa de las luces posteriores sea cada vez menor y el coche resulte por tanto menos visible de noche, con el consiguiente aumento en el riesgo de sufrir un choque por alcance. Si su coche tiene más de tres años y nunca se ha ocupado usted de este punto, seguro que sus pilotos están necesitan do una buena limpieza; operación, por cierto, sencillísima, ya que para efectuarla basta simplemente con desmontar los cristales o «transparencias» y eliminar toda la suciedad y palvo acumulado en su interior.

Amortiguadores. Hacia los 30.000 ó 40.000 kilómetros hay que empezar a prestarles un poco de atención y renovarlos si hace falta. No hacerles caso o ignorarlos pue de convertir nuestro coche en un auténtico saltamontes capaz de sa lirse a brincos de la carretera al menor bache o en cualquier curva un poco delicada.

Sistema limpia-lava parabrisas. Todo el mundo comprende que la visibilidad es fundamental en la conducción y, sin embargo, pocos son los coches cuyos sistemas limpia-lavaparabrisas se encuentre permanentemente en condiciones de asegurar una correcta limpieza de la luna. Y el caso es que resulta relativamente fácil eliminar esos peligrosos reflejos y vahos corrientes en estos casos, sobre todo cuando se circula de noche y con lluvia.

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