Fermín se hace el dueño de España de camino a las semifinales

Un partidazo de Fermín López impulsó a España hasta las semifinales del torneo olímpico. Marcó dos golazos y gobernó con enorme autoridad en una apreciable segunda parte de la selección. Su influencia resultó definitiva en todo lo bueno que hizo el grupo de Santi Denia. Él abrió la ventaja en un primer tiempo declinante de la Rojita y cocinó el claro progreso tras el descanso. Los minutos más lúcidos de España en su vida ambulante por Francia fueron alumbrados por el azulgrana, uno de los dos únicos jugadores (junto a Álex Baena) que han doblado Eurocopa y Juegos. Partícipe en segundo plano del título europeo en Alemania, el andaluz pide la vez en la cita olímpica para apuntarse el doblete.

JPNJapón

0

Leo Kokubo, Seiji Kimura, Ayumu Ohata, Hiroki Sekine, Kota Takai, Rihito Yamamoto (Ryotaro Araki, min. 83), Shunsuke Mito (Asahi Uenaka, min. 73), Joel Chima Fujita, Mao Hosoya, Fuki Yamada (Shota Fujio, min. 45) y Koki Saito (Kein Sato, min. 66)

ESPEspaña

3

Arnau Tenas, Marc Pubill, Juan Miranda, Pau Cubarsí, Eric García, Álex Baena (Adrián Bernabé, min. 69), Aimar Oroz (Beñat Turrientes, min. 83), Pablo Barrios, Fermín López (Diego López, min. 83), Sergio Gómez (Miguel Gutiérrez, min. 87) y Abel Ruiz (Samu Omorodion, min. 87)

Goles 0-1 min. 10: Fermín López. 0-2 min. 72: Fermín López. 0-3 min. 85: Abel Ruiz

Arbitro Dahane Beida

Tarjetas amarillas Eric Garcia (min. 0), Álex Baena (min. 51), Rihito Yamamoto (min. 70), Fermín López (min. 77)

La siguiente estación del viaje de España apunta a Marsella, donde chocará el próximo lunes a las 18.00 (TVE y Eurosport) con la Marruecos de Achraf Hakimi, que este viernes goleó a Estados Unidos (4-0). Después de la plata en Tokio hace tres años, la final pasa por la caldera del Velodrome. No hay duda de que en las gradas España ejercerá de claro visitante. La otra semifinal es Francia (derrotó 1-0 a Argentina)-Egipto (ganó por penaltis a Paraguay).

Santi Denia no es uno de esos técnicos que se salgan del carril. Desde el estreno hace nueve días en París contra Uzbekistán dejó claro cuál era su once tipo y de ahí no se ha salido en las citas decisivas. Fermín no falta en ese menú principal.

España se presentó en Lyon tan decidida como escueta. El zurdazo violento del azulgrana desde fuera del área culminó el buen arranque de un equipo prometedor que salió a presionar y atacar. Eso ocurrió en el minuto 11, pero hasta ahí llegó la mejor cara de la selección en el arranque. Las buenas ideas se evaporaron de forma progresiva en un estadio abrasador (hubo pausa de hidratación mediado el primer acto) y frío en las tribunas, con buena parte del anfiteatro vacío.

Gol anulado

Con ventaja, el grupo de Santi Denia pasó de jugar a tramitar el partido, como si la victoria fuera cuestión de tiempo. El ritmo bajó, la verticalidad desapareció y Japón aceptó con gusto el nuevo escenario para ir encimando a la Rojita. Yamamoto aprovechó el descampado que encontró por la banda derecha y poco después Hosoya embocó a la media vuelta ante un Cubarsí escaso de contundencia. Fue el tanto del empate, salvo para el VAR, que detectó una falange del pie asiático adelantada en una acción en la que costó ver la ventaja que pudo sacar. Recibió de espaldas, trató de ocupar el mayor espacio posible con el cuerpo ante la defensa por detrás del azulgrana y en esa maniobra medio pie que tenía atrasado fue cazado en el microscopio del videoarbitraje.

El indulto arbitral no ocultó, en cualquier caso, el bajonazo de España con el paso de los minutos. Era un conjunto hipotenso, lento, ya sin profundidad ni mando en el centro y con sus atacantes fuera de foco. Un cabezazo al palo en el descuento de Mito, en un remate algo escorado y con Arnau Tenas protegiendo la madera, confirmó los apuros de la selección. De los fogonazos en un inicio con garbo se había pasado al apagón.

La sentencia de Arnau Tenas

La luz la encendió Fermín, y rápido. A la vuelta del descanso, fue su momento en el encuentro y en el torneo. Su actividad en todo el frente de ataque simbolizó el propósito de enmienda de una escuadra que espabiló a tiempo de la modorra en la que había caído. Todo giró alrededor del culé, que avisó con otro gran zurdazo desde la frontal. Tiraba con la derecha, con la izquierda, conectaba con sus compañeros y lanzaba caños al contrario. El andaluz se hizo el dueño del pasto y, a su rebufo, España recobró el pulso y la energía. Un equipo con más ánimo que quería agarrar el partido por la pechera y no dejarse ir. Volvieron también a encontrarse las pisadas de Aimar Oroz.

En un escenario con más espacios, Japón se lanzó a campo abierto. Una rebeldía que, cómo no, la cortó de cuajo Fermín. Recibió en la frontal en un córner y se marcó un derechazo con tres dedos que acabó en un gol categórico. El lazo a una actuación personal de peso para abrir el camino y luego reanimar a los suyos.

Todavía hizo falta la confirmación de Tenas, ganador en un mano a mano con Hosuya, que le birló un balón a Eric García tras un pase mejorable de Pablo Barrios. Abel Ruiz cazó un fallo defensivo asiático para cerrar la tarde antes de que Takai estampara un cabezazo en el larguero. El epílogo de una sesión vespertina producida, dirigida y empaquetada por Fermín López.

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