Ricky Rubio anima el inicio tibio de una España muy superior a Japón

El baloncesto masculino español evocó el éxtasis que alcanzó hace 15 años en Saitama, a 48 kilómetros de Tokio, y en el mismo pabellón que alberga la sede de este deporte en los Juegos Olímpicos. La victoria frente a Japón fue plácida, aunque menos contundente de lo que pareció que iba a ser una vez corregido el atasco de los primeros minutos. Pau Gasol, que no pudo jugar aquella final contra Grecia a causa de la lesión que sufrió en una de las últimas jugadas de la semifinal ante Argentina, su hermano Marc, Sergio Rodríguez y Rudy Fernández, el cuarteto de aquella generación que continúa en la brecha, volvió al escenario fetiche. Su regreso se saldó con la primera victoria (77-88) en un torneo que exigirá mucho más en las próximas citas.

El primer rival de España no pudo ser más agradecido. La selección japonesa, anfitriona olímpica, fue una de las que arrolló España en aquel verano de 2006 camino de la medalla de oro que elevó a la máxima potencia al baloncesto español. Un guiño del destino. La superioridad del equipo español volvió a quedar de manifiesto. La selección de Sergio Scariolo superó el escollo con algunos momentos de brillantez combinados con otros en los que evidenció que debe afinar en la ejecución de sus esquemas. El equipo japonés enredó en algunas fases el ataque español, especialmente en los primeros compases del partido.

Scariolo dio entrada en el quinteto inicial a Abalde, relevo de Juancho Hernangómez, al que su equipo, Minnesota Timberwolves, no permitió finalmente competir en los Juegos tras la lesión en un hombro que sufrió en uno de los amistosos de preparación contra Francia. Juancho, relevado por Xabi Aróstegui, ha querido estar junto a sus compañeros en Tokio, aunque no pueda jugar. Después de una salida con mucho brío (0-7 y 7-16), España trastabilló en ataque. La defensa a veces en zona de su rival le ocasionó problemas. Durante algunos minutos su circulación de balón fue muy defectuosa. Japón cuenta con algunos jugadores de un nivel alto como los que juegan en la NBA, el ala-pívot Rui Hachimura, de Washington Wizards, y el alero Yuta Watanabe, de Toronto Raptors. Japón llegó a empatar a 26. España combinaba mal, no encontraba buenas posiciones para el tiro ni la puntería adecuada con solo dos triples anotados en sus nueve primeros lanzamientos.

El regreso de Ricky Rubio tras un descanso en el banquillo marcó un punto de inflexión. Empezó a fluir el juego. Mejoraron los porcentajes de tiro y todas las constantes del equipo español, empezando por el rebote, donde marcó diferencias, con diez capturas más que su rival. Ricky fue el principio y final en muchas ocasiones, el máximo anotador con 20 puntos y también autor de nueve asistencias. España dio un primer tirón. Puso 21 puntos de ventaja (30-51). Dio la sensación de que ya no iba a dar más de sí el partido. Un espejismo.

El equipo japonés reaccionó, siempre de la mano de sus jugadores de la NBA, con 20 puntos de Hachimura, que monopolizó el ataque, y 19 puntos, 8 asistencias y 5 robos de balón de Watanabe. España acusó el mal día en el tiro de Rudy Fernández y Abalde. Japón reaccionó y redujo las diferencias, pero nunca lo suficiente para aspirar a algo más que maquillar el marcador. España venció y ya aguarda al segundo partido en el que se enfrentará el jueves (14.00) a Argentina. España figura en el Grupo A. Los dos primeros de cada grupo y los dos mejores terceros se clasifican para los cuartos de final.

Japón, 77; España, 88

Japón: Tanaka (2), Baba (7), Watanabe (19), Hachimura (20), Edwads (8) –equipo inicial-; Togashi (8), Hiejima (0), Vendrame (0), Kanamaru (8) y Schafer (5).

España: Ricky Rubio (20), Rudy Fernández (0), Abalde (2), Claver (13), Marc Gasol (12) –equipo inicial-; Pau Gasol (9), Sergio Rodríguez (9), Willy Hernangómez (6), Garuba (1), Abrines (11) y Llull (5).

Parciales: 14-18, 14-30, 28-21 y 21-19.

Árbitros: Glisic, Kozlovskis y Noujam. Señalaron una falta antideportiva a Edwards.

Saitama Super Arena. Primera jornada del torneo olímpico.

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