Xabi Alonso pide continuidad en el juego: “Nos ha faltado más minutos de buen fútbol”
El entrenador del Real Madrid afirma tras el tercer empate seguido en Liga que debe analizar por qué su equipo no domina más tiempo los partidos


Las cuentas cantan: solo un gol de Kylian Mbappé en los tres últimos partidos de Liga (de penalti en Girona) y tres empates del Madrid fuera de casa. De los cinco puntos de ventaja respecto al Barcelona tras el clásico al punto de desventaja después de Montilivi. Xabi Alonso acabó este domingo con Vinicius, Mbappé, Bellingham, Rodrygo y Gonzalo García (apareció en el 90). Pero tampoco. 25 remates para solo cuatro a portería. Si Kiki no las empuja (casi) todas (acapara 23 de los 41 tantos totales), la fiesta es improbable en el bando merengue. También, y muy principalmente, porque el juego, como lamentó su entrenador, se queda corto.
Y en medio de las dificultades evidentes, un dato: Rodrygo igualó la peor racha de partidos consecutivos sin marcar (30) de un delantero del Madrid. Igual que Mariano Díaz, aunque este con 350 minutos menos sobre el césped, según los registros del estadístico Mr. Chip.
“Nos faltó puntería”, analizó Xabi. “Mejoramos en la segunda parte, tuvimos más ocasiones y empujamos más. Pudimos meter. El equipo mostró ganas de sobreponerse al 1-0. Hubo tres, cuatro ocasiones claras”, comentó el técnico vasco, que dijo que no había reproches para los suyos. Sí dejó, no obstante, una reflexión más de fondo sobre el juego, al margen de la falta de tino.
“Nos ha faltado completar más minutos de buen fútbol, de fútbol ofensivo, de dominar. En la segunda parte lo hicimos más. Por qué pasa es lo que tenemos que mirar”, apuntó. En la previa, ya había advertido de que uno de los grandes debes de estos cuatro primeros meses de temporada era la falta de continuidad. “Pero bueno, esto es muy largo. Estamos ahí y hay que seguir con la unidad que tenemos”, concluyó el entrenador tolosarra, que admitió que el miércoles en San Mamés (sexto y último encuentro seguido a domicilio) necesitan el triunfo.
Alonso tomó en el intermedio una decisión que, a falta de conocer si se debió a un problema físico, sorprendió por lo poco habitual: quitó a Güler y metió a Camavinga. Una intervención que toca de lleno a la creación del juego, de la que el Madrid suele ir corto. Por condiciones, el turco se suponía que era una de las piezas mejor preparadas para encontrar los espacios en el bloque bajo del Girona, sin embargo, el joven no pasa por sus mejores tardes. Sobre todo, desde que coincide con Jude Bellingham. La gran apuesta de Xabi para el centro del campo tras no recibir fichajes tiende a diluirse en compañía del inglés. Este domingo, el entrenador blanco operó rápido y lo dejó en el banquillo. Durante la primera parte, el peligro había sido contado en el bando blanco.
El que más amenazó hasta la carga de la media hora final, con Vinicius percutiendo sin parar, fue Éder Militão. Al central le cayó a la media hora el balón en los pies dentro del área y el brasileño se sintió como un hombre en Júpiter. ¿Qué se hace aquí?, debió preguntarse. Empezó a balbucear, tratando de encontrar el acertijo a una situación tan ortopédica para él, y el peligro se extinguió de la misma forma llegó. Pero lo cierto es que él fue quien más peligro creó en el Madrid hasta el acoso final. Más allá de esta situación casi accidental, en el 39 le llegó una pelota aérea —una acción más previsible— y su cabezazo terminal lo despejó un gran Gazzaniga. Ese fue el único disparo a portería de los blancos que valió en toda la primera parte. A Mbappé, el VAR le cazó tocando un balón con la mano y el gol que celebró se quedó en nada.
En la primera mitad con Güler y en la segunda sin él, nadie atinó salvo Mbappé en el penalti que forzó Vini. Un déficit anotador que se une a una producción de fútbol escasa en el Madrid.
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