El Real Madrid, a la espera del mejor Vinicius

M. City MNC

Real Madrid RMA

Movistar Liga de Campeones Martes, 11/02/2025 21:00CET

Hace seis días, a Carlo Ancelotti le preguntaron en Leganés por el partido de Vinicius, después de que el brasileño recibiera la bronca pública de Modric por no bajar a defender. “A nivel futbolístico, el de siempre. Muy fresco, muy contundente a la hora de encarar. Y después, la tarjeta [por protestar]. Entonces, nada nuevo”, soltó con media sonrisa el italiano, que no dudó en darle toda la razón al croata por su reprimenda.

El delantero llega a la cita cumbre del playoff contra el City después de unos meses algo inestables, con un rendimiento que no ha terminado de despuntar en el nuevo paisaje tras la llegada de Kylian Mbappé, y cierta confusión alrededor de su futuro laboral, sobre el que ha ido creciendo el ruido. Empezó el curso al ralentí, como casi todos sus compañeros. Luego vino el chasco y la rabieta por quedarse sin el Balón de Oro, y algún problema físico. La acumulación de amonestaciones (ya suma 11 amarillas, tantas como en toda la temporada pasada, más una roja) le ha frenado desde finales de diciembre. Y de fondo, como una constante, el interés confeso de Arabia Saudí, con capacidad para ofrecer una cifra récord en el negocio del fútbol por sus servicios. Su contrato con el Madrid, con una cláusula de rescisión de mil millones y un sueldo neto de unos 10, expira en 2027, aunque la incertidumbre se ha ido extendiendo por el infinito músculo financiero saudí y, según algunas voces con acceso al vestuario, este asunto ha afectado en algunos momentos a su producción.

Carletto, en la víspera de enfrentarse a la “pesadilla” de Pep Guardiola, no dejó de elogiarlo. “Está muy cerca de su mejor nivel. En la segunda parte contra el Atlético marcó la diferencia. Su temporada es muy buena teniendo en cuenta que ha sufrido dos lesiones que no le han dejado tener continuidad”, zanjó el técnico, que este lunes mantuvo una charla con los jugadores sobre el césped del Etihad más larga de lo normal.

La gran conquista de Vini es que, después de medio año sin grandes exhibiciones (salvo ante el Dortmund), acumule 16 goles y 10 asistencias. Desde la 2021-22, es el jugador de la Champions que ha participado en más tantos (24 dianas y 16 asistencias), e intentado más regates (307, 134 con acierto). En diciembre se consoló con el premio The best y es el único de las cuatro estrellas blancas que no ha sufrido un bajón pronunciado, pero también el único del cuarteto que no ha alcanzado el brillo esperado. Después de la Supercopa, él fue uno de los señalados por el Bernabéu.

Este martes, ya sabe que en su orilla no estará Kyle Walker, el mejor remedio citizen para su velocidad, que en enero se marchó cedido al Milan. En sus mejores días, el inglés superaba los 37 kilómetros por hora pese a ser 10 años mayor que Vini. En su lugar, el elegido en las últimas fechas ha sido Matheus Nunes, un medio reconvertido en lateral.

La grieta atrás hasta ahora del City salta a la vista (ha encajado solo un gol menos -53- que en toda la campaña pasada), una oportunidad para Vinicius en alianza con el resto de la caballería. Pero el problema de Guardiola es también el de Ancelotti y la mirada fiscalizadora sobre el esfuerzo defensivo del brasileño ha aumentado, también porque no ha sido tan resolutivo arriba. El rapapolvo de Modric en Butarque fue la imagen de una cuestión que ya había dejado más de un episodio en la intimidad del vestuario. Con él y con Mbappé.

“Si los de arriba no se aplican, es mucho más complicado. Para el jugador de mucho talento es difícil en estas cosas, pero en el fútbol moderno… Vinicius, Mbappé o todos son capaces de sacrificarse, y cuando esto pase es un equipo muy sólido”, comentó este lunes Pep Guardiola. En la previa del derbi, la apelación de Carletto a los cuatro de arriba para que replegaran fue directa.

Hace medio año, a la salida de un encuentro en el Bernabéu en el que Vinicius no había dejado de martillear por su banda, uno de los zagueros rivales admitía el suplicio, pero también advertía de que sin carreras hacia atrás le resultaba más sencillo marcar diferencias. En las últimas temporadas, su aportación defensiva se ha ido reduciendo a la par que multiplicaba su influencia ofensiva. Su media de recuperaciones por partido ha descendido casi a la mitad desde la 2019-20: de las 4,9 a las 2,6 de esta temporada, que incluso es un poco mayor que la pasada (2,2), según Opta.

Será difícil que se reproduzca el duelo de la temporada anterior, en el que el Madrid recibió 33 remates (récord en el equipo desde la 2014-15) y se pasó casi una hora sin disparar, pero las precariedades del momento obligan a Vinicius, y al resto de los delanteros, a un duelo de doble sentido para evitar que la manta de los blancos se quede corta. Arriba, el curso del City invita a imaginar un encuentro con espacios, el escenario ideal para el brasileño, cuyo ensamblaje con Mbappé todavía se encuentra en proceso. “Es imposible en 90 minutos, 180 o 200, si hay prórroga, controlar a estos cuatro jugadores”, avisó Guardiola.

La temporada pasada, a estas alturas, el brasileño ya había pisado el acelerador. De momento, no ha sido un mal Vinicius, pero no el mejor Vinicius que espera el Madrid.