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Claudia Pina, de eterna promesa a realidad

Lleva nueve goles en 20 partidos con el Barcelona y ha vuelto a la selección

Claudia Pina
Claudia Pina, del FC Barcelona Femenino, celebra un gol durante el partido de Champions League ante el Manchester City el pasado 18 de diciembre de 2024.Europa Press Sports (Europa Press via Getty Images)
Irene Guevara

Cuestión de confianza, continuidad y madurez. Estas son las tres claves que han permitido a Claudia Pina (Montcada i Reixac, Barcelona; 23 años) convertirse en una de las protagonistas del Barcelona esta temporada. Después de ser descubierta por el Espanyol en 2011, fichar por el Barça en 2013 y debutar en el primer equipo en 2018 como la futbolista más joven en lograrlo, Pina ha pasado de ser la eterna promesa de la cantera a una realidad en la actualidad azulgrana. La confianza llegó tras ser titular en los encuentros importantes. La continuidad apareció al acumular minutos, partidos y titularidades: más de 1.200 minutos en 20 encuentros de 23 posibles, 16 de ellos de inicio, incluso goles a lo Johan Cruyff. Y la madurez se hizo evidente cuando se focalizó y trabajó intensamente, especialmente este verano, junto a preparadores físicos y nutricionista, con el objetivo de alcanzar su mejor versión. “Está demostrando lo que podría haber hecho hace años, porque ya tenía la calidad, pero ahora tiene la madurez”, aseguran quienes la conocen.

La oportunidad definitiva llegó tras la marcha de la polivalente Mariona Caldentey al Arsenal este verano —de hecho, Pina ha heredado su dorsal, el nueve— y con la larga baja de Salma Paralluelo, ya de vuelta después de meses de trabajo específico de readaptación. Pina dejó destellos en la pretemporada, como un triplete contra el Dallas Trinity, y se ganó la confianza del técnico Pere Romeu. “Habló conmigo al principio de temporada. Me dijo que confiaba en mí, que jugaría y que sería una jugadora importante”, aseguró Pina a los medios tras un partido, cada vez con mayor soltura ante los micrófonos.

Sobre el césped, las promesas de Romeu se han cumplido. La jugadora llevaba tiempo buscando tener más minutos y oportunidades, e incluso en 2020 se marchó cedida al Sevilla durante un año. La temporada pasada, con una regularidad y presencia en los grandes escenarios menor de la deseada, ya destacó por sus goles: 16 en 44 partidos. Este curso ya son nueve en 20. Pero lo que ha marcado la diferencia es la importancia de los encuentros disputados. Pina ha sido titular en días clave de Champions —anotó contra el Manchester City en Montjuïc—, en clásicos contra el Real Madrid —rival predilecto de la catalana y contra el que firmó un gol— y contra el Atlético de Madrid. En Europa, además, ha sido crucial: ha anotado cinco goles en cinco partidos. Números que la colocan como la segunda máxima goleadora de la fase de grupos por detrás de los seis tantos de Pernille Harder (Bayern).

Este curso se ha adueñado del extremo izquierdo, aunque también ha jugado de interior. “Está en un estado de forma muy bueno. Se adecua muy bien a lo que se le pide y esto encaja con sus virtudes”, confesó Romeu en la rueda de prensa previa a la Supercopa. “Es una jugadora que tiene una pausa entre líneas que cuesta encontrar, y además tiene mucho criterio de finalización. Estoy muy contento con su rendimiento. No solo los últimos partidos, lleva meses muy buenos”, añadió el técnico.

No solo impactó en el Barcelona, sino que también en la selección española. Hace unos meses regresó a la absoluta dos años después formar parte de Las 15 y de renunciar al Mundial de Australia. Antes de este verano ya se mostró convocable, pero Montse Tomé no contó con ella para los Juegos Olímpicos. Utilizó esa pausa para no parar. “Trabajaré el triple para ser mejor”, comentaba a su entorno. Así lo hizo. Trabajó en Barcelona junto a dos entrenadores físicos durante cinco semanas, con los que mejoró su fatiga y equilibró la fuerza en sus piernas. Su buen estado de forma y sus resultados, ahora sí, llamarón la atención de Tomé. Regresó a la absoluta para disputar los amistosos contra Corea del Sur y Francia a finales de noviembre. En cada partido marcó un gol.

“Sigue siendo muy joven a pesar de todo y aún puede mejorar”, aseguró Romeu. De la mano de su madurez, ha logrado consolidarse en un Barcelona hambriento de más títulos, de más goles, con la esperanza de que la Supercopa pueda ser el primero este curso.

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