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Los 76 abucheos saudíes a Toni Kroos

El medio alemán, un verso suelto en el fútbol, es pitado por todo el estadio de Riad donde se celebra la Supercopa tras criticar la marcha de jugadores a la Liga local

Toni Kroos
Toni Kroos, durante el partido del Real Madrid contra el Atlético en la Supercopa.Yasser Bakhsh (Getty Images)
Lorenzo Calonge

La sorpresa a primera hora de la noche del miércoles en Riad fue la suplencia de Toni Kroos en beneficio de Luka Modric. “Son decisiones muy, muy, muy complicadas”, admitió luego Carlo Ancelotti, que se refirió también a molestias recientes del alemán. Pero a esas horas, ya de madrugada tras el 5-3 en la prórroga ante el Atlético, la cuestión alrededor del medio no era un asunto futbolístico, sino político. Había dado 76 pases en la hora que permaneció sobre el césped y se había llevado 76 abucheos del público que llenaba el estadio Al Awwal Park, con capacidad para 25.000 espectadores.

A este verso suelto del fútbol, le tenían pillada la matrícula después de sus duras críticas por la llegada de muchos jugadores de la élite europea a la Liga saudí al calor solo del dinero. No le perdonaron ni una desde que compareció en el minuto 67 en lugar del croata y a él tampoco pareció importarle: “Fue un día divertido. Increíble multitud”, escribió en sus redes de vuelta al hotel.

La prensa escrita del país obvió este jueves la reprimenda unánime al centrocampista mientras en el Madrid recibieron los silbidos sin dramas. “Lo de Kroos se entiende por su posicionamiento sobre el dinero de Arabia Saudí en su Liga, con lo que fue muy crítico. Lo que sorprendió fueron los pitos a Beckenbauer”, apuntó una fuente del club con acceso al vestuario, en referencia a la censura que también se escuchó durante el minuto de silencio por la muerte de la leyenda alemana.

La reacción del público en el estadio del Al-Nassr con el medio llamó la atención de Occidente, pero también de integrantes del fútbol saudí. “Nos sorprendimos. Estábamos viendo el partido y, al principio, no sabíamos por qué iba. No había visto ninguna campaña en redes contra Kroos. Entendimos que era por sus críticas al país”, cuenta una persona bajo condición de anonimato que comparte caseta en un equipo con muchas personas locales.

Las redes en Arabia Saudí dominan el debate a pie de calle alrededor del fútbol. El marcaje al hombre es severo. “Aquí la gente, más que de prensa, es de Twitter [actual X] y Snapchat. Son muy potentes. Hay bastante exigencia y conviene tener mucho cuidado con la exposición”, advierte una persona con varios años de trayectoria en el balompié del país. Un control social a los futbolistas y entrenadores por su labor en el campo que se une en este caso al mal encaje de las autoridades saudíes a las críticas desde el exterior.

Toni Kroos (34 años), un tipo peculiar que se sale de los lugares comunes del timorato fútbol para expresar ideas propias, se ha despachado a su antojo sobre la ingente inversión del mundo árabe en el fútbol como una forma de lavar su imagen. “Irse a Arabia es una decisión por el dinero y contra el fútbol. Se hace muy difícil cuando jugadores en la mitad de sus carreras y con calidad suficiente para estar en los mejores clubes aceptan esos traspasos”, soltó en Sports Illustrated. “La falta de derechos humanos me impediría irme allí”, sentenció en otro momento.

Sorpresa en Alemania por Beckenbauer

La batería de declaraciones del alemán es amplia y el público saudí tomó nota. En Doha (Qatar), también pueden acordarse del medio. “Los trabajadores inmigrantes están sometidos a jornadas sin descanso bajo 50 grados, sufren una alimentación insuficiente, sin agua potable y a temperaturas de locura”, denunció en su podcast con su hermano Félix, una iniciativa personal que ayuda a explicar el singular perfil de este centrocampista, nacido en 1990 al otro lado del Muro de Berlín. También para gestionar su carrera deportiva. Su infancia estuvo consagrada al fútbol, a veces incluso por encima de la asistencia a clase, pero desde que superó los 30 lleva anunciando que él no es típico jugador que se eternizará en los campos. En verano renovó por una temporada y aún no se sabe qué hará en junio.

Si los pitos a Kroos llamaron la atención en España, los abucheos durante el minuto de silencio por el fallecimiento de Beckenbauer sorprendieron en Alemania, un país donde se ha mostrado un duro rechazo por el agresivo plan del mundo árabe en lograr la celebración de grandes eventos y la contratación de figuras del fútbol. El domingo, en la final de la Supercopa, la previsible presencia de Kroos en el campo volverá a levantar la censura de los aficionados locales que no le perdonan sus palabras.

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