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La enésima reconquista de Ferrari: nuevas piezas para el monoplaza de Leclerc y Sainz

La ‘Scuderia’ revitaliza su SF-24 con un gran paquete de mejoras en Imola, donde Verstappen iguala la mejor racha de ‘pole’ de Senna

Carlos Sainz durante la clasificación del Gran Premio de Emilia Romaña
Carlos Sainz durante la clasificación del Gran Premio de Emilia Romaña.DANILO DI GIOVANNI (EFE)
Oriol Puigdemont

“No eres un verdadero campeón si no lo eres con Ferrari”. La frase anterior es buena de por sí, pero su simbología aún la hace más relevante si tenemos en cuenta que salió de la boca de Michael Schumacher en su presentación como piloto de la ‘Scuderia’, antes de convertirse en el mayor mito de Maranello, con una ristra de cinco títulos consecutivos entre 2000 y 2004. Con la excepción de 2007, la última corona que viajó hasta Italia, en gran medida gracias a la lucha fratricida que Fernando Alonso y Lewis Hamilton protagonizaron en McLaren, allí sigue el equipo más universal de la historia de las carreras en su empeño de dar credibilidad a una marca que existe gracias a la F1, aunque lleve más de 15 años sin ganarla.

Ferrari lleva más de una década en una metamorfosis permanente que nunca ha terminado de culminar. El indicativo más evidente de ello son los cinco directores distintos que se han sentado en la butaca, desde que Marco Mattiacci remplazó a Stefano Domenicali al frente de las operaciones de los bólidos rojos, con la temporada 2014 en marcha. Tras la fugaz aparición de Mattiacci pasaron Maurizio Arrivabene (2015-2018) y Mattia Binotto, el último en ser sustituido, con vistas a 2023, en un volantazo propinado directamente por John Elkan, el presidente de la compañía. La controvertida llegada de Fred Vasseur, procedente de Alfa Romeo, sacudió a la tropa de ‘Il Cavallino Rampante’, liderada ahora por un elemento llegado de fuera, sin las ataduras emocionales que podía tener su predecesor (Binotto), un hombre que creció en la fábrica. Que a Vasseur no le tiembla la mano quedó de nuevo en evidencia la semana pasada, cuando Ferrari anunció que Charles Leclerc iba a recibir con efecto inmediato a un nuevo ingeniero de pista. El español Xavi Marcos, que acompañaba al monegasco desde 2019, ha sido sustituido desde este fin de semana, en Imola, por Bryan Bozzi, hasta ahora ingeniero de rendimiento de Leclerc. “Supone un paso adelante”, comentó Vasseur, sin titubeos.

Este último cambio de sillas se produce en uno de los momentos clave del curso, dado que el Gran Premio de Emilia Romagna (a las 15.00, Dazn), permitirá calibrar la efectividad de la primera gran actualización de los monoplazas de este ejercicio, al tratarse de la primera parada europea del calendario. En pista, el SF-24 de Leclerc y Carlos Sainz luce unos pontones rediseñados, alerón delantero y trasero nuevos, una cubierta del motor distinta y un remodelado suelo y difusor. Todos estos componentes se testaron brevemente en una jornada de filmación que se llevó a cabo hace unos días, en Fiorano, y su principal objetivo es el de mejorar el rendimiento del monoplaza en las curvas de baja velocidad, sin que pierda su pegada en las rápidas. Una voluntad tan fácil de entender cómo difícil de conseguir.

En el Autodromo Enzo e Dino Ferrari, a Leclerc y a Sainz se les acumula el trabajo: Max Verstappen logró su octava pole position consecutiva, igualando la mejor racha de siempre, nada menos que la de Ayrton Senna, que falleció en este mismo escenario, hace 30 años. Leclerc arrancará el tercero, justo por delante del madrileño (cuarto), después de que ambos ganara una posición por una sanción de tres posiciones a Piastri. Fernando Alonso lo hará el penúltimo, condicionado por el accidente que sufrió en el tercer ensayo libre.

Andan los ‘tifosi’ más ilusionados de lo que venía siendo habitual, tanto por el momento actual como por lo que viene. Las seis pruebas celebradas hasta ahora invitan a pensar que Red Bull y Verstappen se han puesto mucho más a tiro. De hecho, Leclerc figura el tercero en la tabla general, a solo cinco puntos de Checo Pérez (segundo) y a 38 del holandés. Sainz, por su parte, circula el quinto, empatado con el cuarto (Norris), 15 puntos por detrás de su vecino. En el horizonte, además, se va haciendo enorme la figura de Lewis Hamilton, que desembarcará en Maranello en 2025 y que es visto por muchos como el billete de regreso a la cima. La incorporación del británico, además, perfectamente se podría combinar con la de Adrian Newey, que hace menos de dos semanas anunció su marcha de Red Bull. “Probablemente me tomaré algún tiempo de vacaciones, pero después volveré a la acción [F1]”, deslizó el genio del diseño. Por más que haya recibido ofertas del medio ‘paddock’ que puede permitirse pagar su ficha, el proyecto de Ferrari reúne seguramente todos los atractivos para seducir a un ingeniero que lo ha ganado casi todo y que, de aceptar el reto y tener éxito, validaría incluso la frase de Schumacher.

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