La guerra de los 101 años
El antagonismo Italia-España trascendió la rivalidad futbolística y alcanzó cotas de máxima hostilidad
Sería más sencillo escribir sobre lo que no ha sucedido en los Italia-España, o viceversa, que sobre todo lo realmente ha ocurrido en sus 37 enfrentamientos en más de un siglo de duelos directos en todas las competiciones posibles. Allá por donde se busque hay una confrontación. En los Juegos Olímpicos (cuatro partidos); en los Campeonatos del Mundo (tres en las fases finales y dos en las de clasificación); en las Eurocopas (seis en las fases finales, los cuatro últimos entre 2008 y ahora); en la Copa Confederación (uno) y en amistosos (21).
Desde el primer mano a mano surgió una rivalidad con tintes de hostilidad. Fue en los Juegos Olímpicos de Amberes 1920. Era el cuarto partido en la historia de la selección, mientras que para los italianos ya era el 26 en su recorrido desde 1910. A pesar de ello, se impuso España (2-0), tantos de Sesúmaga. En aquella primera cita ya surgieron los primeros roces. Ricardo Zamora, harto de las entradas de los delanteros ‘azzurri’, soltó el puño a Badini y fue expulsado. El equipo, que ya estaba con diez por la lesión de Pagaza, se quedó con nueve y el extremo Siveiro se tuvo que poner 20 minutos de portero… asesorado por el propio Zamora, a quien los árbitros permitieron quedarse cerca de la portería.
Ocho años después, en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam, tras un empate (1-1) en los cuartos de final tuvieron que desempatar al día siguiente y los italianos se impusieron por un rotundo 7-1, en la que todavía es la peor derrota recibida por España en sus 101 años de singladura internacional.
Seis años, hasta 1934, hubo que esperar para la siguiente pelea. La más cruenta de todas al decir de las crónicas. La selección se estrenaba en un Mundial y la Italia de Mussolini era el país organizador y había montado el acontecimiento para dar gloria al régimen fascista. Cuartos de final. El hecho de que el partido haya quedado en los archivos como la ‘batalla de Florencia’ permite entender lo que sucedió sobre el terreno de juego. Violencia extrema hasta la prórroga (1-1) y obligado partido de desempate al día siguiente.
Producto de la dureza esgrimida hasta siete jugadores españoles, lesionados, no pudieron jugar la inmediata revancha. Entre ellos Ricardo Zamora, Lángara, Ciriaco, Gorostiza… Los italianos habían salido mejor parados. Solo les faltaron cuatro titulares. Los locales pasaron a semifinales gracias a un gol de Meazza. Los españoles reclamaron vehementemente al considerar que había existido falta al portero Nogués, que se estrenaba en el puesto de Zamora. Caso omiso.
El codazo de Tassotti
Fueron pasando las décadas y en todas españoles e italianos se han visto las caras. El Mundial de Estados Unidos (1994) volvió a ser testigo de otro episodio de la guerra de los 101 años. Cuartos de final. Boston. Clara agresión de Tassotti a Luis Enrique en los últimos minutos. El árbitro, Sandor Puhl, no pitó nada y tampoco atendió las desesperadas protestas del delantero español sangrando por la nariz. España quedó eliminada.
Con el nuevo siglo, los enfrentamientos se han normalizado y centrado especialmente en las fases finales de las Eurocopas. Se han cruzado en las cuatro últimas. España se llevó en los penaltis los cuartos de 2008. En el 2012, tras un empate en la fase de grupos, la selección del Del Bosque arrasó a la de Prandelli por 4-0. Cuatro años después, en Francia 2016, Italia se tomó su pequeña revancha ganando en octavos (2-0).
En total, 37 duelos directos con una igualdad engañosa: 11 victorias para cada selección y 15 empates, pero España solo sumó tres victorias en citas oficiales (1920, 2012 y 2017, eliminatoria de clasificación para el Mundial 2018), además de ganar en la tanda de penaltis los cuartos de final de 2008 y las semifinales de la Confederación 2013.
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