Frank de Boer dimite como seleccionador de Países Bajos

Frank de Boer dimitió como seleccionador de los Países Bajos. No se sabe muy bien si fue una decisión personal o estuvo forzada por la federación después de que su cargo se subastara públicamente una vez que la selección oranje quedó eliminada de la Eurocopa en los octavos de final después de disputar un mal partido contra la República Checa, ganadora por 2-0.

“Anticipándome a la evaluación, he decidido no continuar como seleccionador. El objetivo no se ha logrado, eso está claro”, declaró el técnico en un comunicado difundido por la federación (KNVB), que suscribió la decisión de De Boer: “Va en la línea del contrato suscrito entre ambas partes, que exigía la clasificación para los cuartos de final; el acuerdo no se renovará”.

El reto inmediato es encontrar un sustituto con garantías para afrontar el decisivo partido de clasificación para el Mundial 2022 contra Noruega que se celebrará el próximo 1 de septiembre. “Ha aumentado la presión y eso no es saludable para mí, ni para la plantilla camino de la Copa del Mundo”, precisó De Boer. “Ya sabía de la presión que tendría al firmar”.

Nombres como los de Frank Rijkaard, Joachim Löw, Dick Advocaat, Hen ten Cate, Peter Bosz, Erwin van de Looi, Kees van Wonderen, Eric ten Hag o incluso el de Louis Van Gaal, quien precisó que no se había jubilado después de haber clasificado tercera a la selección en el Mundial de Brasil, en 2014, se barajan desde hace días como sustitutos de De Boer.

La trayectoria de Países Bajos ha sido errática desde que De Boer, de 51 años, sustituyó en septiembre de 2020 a Ronald Koeman, que se desvinculó de la federación para entrenar al Barcelona pese a que tenía contrato en vigor hasta 2022. Koeman clasificó a la oranje para la actual Eurocopa y disputó la final de la Liga de las Naciones, ganada por Portugal, después de quedar fuera de la Eurocopa 2016 y del Mundial 2018.

Aunque el balance de De Boer es positivo en cuanto a resultados, ganador de ocho de los 15 partidos disputados -empató cuatro y perdió tres—, su apuesta ha perdido sentido en la Eurocopa. El equipo no se ha estabilizado con la propuesta del 3-5-2, defendida por la falta de extremos, y las críticas de los ortodoxos que suspiran por el 4-3-3 han sido continuas hasta la derrota con la República Checa.

Las tres victorias consecutivas en la fase de grupos, contra Ucrania (3-2), Austria (2-0) y Macedonia del Norte (3-0), partidos celebrados en el Johan Cruyff Arena, perdieron valor después del mal encuentro de octavos, presidido por la expulsión de De Ligt, por tocar un balón con la mano ante Schick siendo el último defensa, y el cambio de Malen.

La crítica consideró que De Boer se equivocó en la corrección del partido porque Malen estaba siendo uno de los mejores de un equipo falto de estrellas y jugadores diferenciales a pesar de contar con Memphis Depay, De Jong, De Ligt o Wijnaldum. El protagonista del torneo ha sido el lateral derecho Dumfries.

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