El invento del fútbol al servicio de escritores, editores o periodistas
La filial de LaLiga Tech dedicada a la protección de contenido ha empezado a localizar dominios piratas que ofrecen libros, periódicos, revistas o partituras de forma ilícita tras llegar a un acuerdo de colaboración con el Centro Español de Derechos Reprográficos
Si hay algo que une íntimamente a estrellas como Karim Benzema y Antonie Griezmann con escritores superventas y otros no tan conocidos por el gran público es el enemigo común que cada fin de semana, cada día, en realidad, busca aprovecharse de su trabajo: la piratería. Como en el fútbol, donde casi uno de cada cuatro partidos se ve a través de una señal pirata, según el último Observatorio Antipiratería de la Coalición de Creadores e Industrias de Contenido, la literatura sufre cifras de uso ilícito de contenido tan o más demoledoras. Por cada libro que se vende por los cauces legales se piratean tres, asegura Lucía Pastor, directora de Antipiratería del Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO), entidad que vela por los derechos de autor de más de 30.000 socios, entre escritores, periodistas, traductores y editores, tanto de libros como de periódicos, revistas y partituras musicales. Enfrentados ante la misma amenaza, ambos mundos han empezado a trabajar de forma conjunta para atajar una práctica que generó unas pérdidas de 2.416 millones de euros en 2020 en España, de acuerdo con el informe anual de la Coalición de Creadores.
Las esperanzas están puestas en una innovación que lleva el apellido de un ilustre científico que hizo contribuciones decisivas a la lucha contra las enfermedades infecciosas, Pasteur. Emilio Fernández del Castillo, director de operaciones de LaLiga Content Protection, filial de LaLiga Tech que también ofrece servicios a terceros, cuenta que su equipo –integrado por una cincuentena de expertos en ciberseguridad, desarrolladores, especialistas en redes sociales o ingenieros informáticos– creó esta herramienta para hacer más eficiente la detección de dominios piratas que ofrecen partidos en directo, a los que se accede principalmente a través de los buscadores. “Antes teníamos que buscar manualmente cada página, una por una, pero esta herramienta está entrenada con inteligencia artificial para identificarlas automáticamente. Además, también controla los nuevos dominios a los que se trasladan rápidamente los piratas cuando son detectados”, explica.
Como ya había ocurrido con Marauder o Lumiére, otras creaciones de la organización deportiva para combatir la piratería que se han exportado con éxito a la máxima división del fútbol belga, la Jupiler Pro-League, la cadena Sky Sports en México o el Ministerio de Cultura, este salto tecnológico atrajo la atención de CEDRO. “Solemos coincidir en foros y cuando nos explicaron esta herramienta nos interesó”, explica Pastor, representante de una entidad que ya contaba con un servicio 24 horas para detectar copias piratas en la Red (SAD) y una aplicación propia para hacer automáticamente la denuncia (SEA) de una página cuando ésta es localizada.
Desde el inicio del acuerdo, los responsables de CEDRO y LaLiga aseguran que aún siguen adaptando la herramienta para que sea tan eficaz buscando contenidos editoriales como lo es con las retransmisiones de fútbol. “Cada dos semanas nos ofrecen una lista de las páginas detectadas y nos reunimos para analizarlas y enfocar bien qué debe buscar la herramienta y cómo entrenarla para mejorar los resultados. Es como hacer un traje a medida”, cuenta Pastor. Las mejoras deberían ayudar a atajar la piratería de libros, periódicos, revistas y partituras, sin embargo este sector fue el único, junto con el del video juego, donde creció el consumo ilícito durante 2020.
El año pasado LaLiga logró reducir de 87 a 71 millones los visionados ilegales de partidos y bloqueó cerca de un millón y medio de vídeos en redes sociales, donde no solo se cuelgan los encuentros en directo sino también jugadas destacadas. Para CEDRO, el rastreo de este canal es clave, así como los servicios de mensajería, como WhatsApp, ya que han registrado ahí un aumento en la distribución ilícita de libros, periódicos, revistas y partituras donde se localizaron más de mil grupos y canales y se eliminaron casi 20.000 publicaciones. “Son archivos que pesan muy poco y, por lo tanto, muy fáciles de distribuir en aplicaciones de mensajería o en redes sociales”.
Al igual que ocurre en el deporte, donde se observa con preocupación la proliferación de las IPTV, una tecnología legal que permite recibir una señal de televisión por Internet pero que muchos usan de forma fraudulenta, Pastor cree que su obligación es seguir buscando nuevas soluciones tecnológicas que permitan frenar a unos piratas que se reinventan constantemente. Una opinión compartida con su colega de LaLiga, convencido de la eficacia del trabajo realizado. “A los piratas cada vez se les hace más difícil el acceso a contenido pirata. Detrás de esta actividad siempre hay alguien que se lucra de los legítimos creadores, por lo que es importante hacer esfuerzos para frenarla”, recuerda Fernández del Castillo.