La Italia de Spalletti también tiene pesadillas
Un error de Donnarumma (1-1) ante Macedonia del Norte complica la clasificación de la ‘Azzurra’, adelantada en el grupo por Ucrania, que empató ante Inglaterra (1-1)
La era de Luciano Spalleti como seleccionador de Italia comenzó con tropiezo ante Macedonia del Norte (1-1). El empate complica el camino para la clasificación a la Eurocopa de 2024. El partido era para Italia mucho más que un simple partido de clasificación. Era el debut de Spalletti a los mandos de la Azzurra. El entrenador que construyó el equipo más aventurero y espectacular de la pasada temporada, ganador de la Serie A, renunció a renovar con el Nápoles y desestimó ofertas millonarias del PSG y del Chelsea por razones sentimentales. Quiso sacar a Italia de la peor crisis de identidad de su historia. Spalletti se ha propuesto refundar la selección de su país en la peor de las coyunturas pues al sur de los Alpes nunca escaseó más el talento. Prueba de ello fue el estreno de Immobile como primer capitán oficial. El delantero de la Lazio hizo el 0-1. Solo sirvió para empatar.
Fue precisamente Macedonia del Norte la que, hace algo más de año y medio, dejó fuera a Italia del Mundial de Qatar 2022. Dos tropiezos seguidos contra un rival inferior se antojaban demasiados. No podía pasar, pero pasó de nuevo. Italia no está fuera de la Euro2024, pero se complica en un grupo en el que no debería tener problemas para acabar entre las dos primeras. El Grupo D, liderado por Inglaterra con 16 puntos y cinco partidos disputados, tiene a Ucrania en segunda posición (siete puntos en cuatro partidos) y a Italia en el inesperado tercer puesto (solo cuatro puntos en tres partidos).
El empate de Ucrania ante Inglaterra, este sábado en la localidad polaca de Wroclaw (1-1), no favoreció la causa italiana. Bellingham y sus compañeros se fueron apagando con los minutos en un encuentro que Ucrania comenzó inclinando con un gol de Zinchenko en el minuto 26. Ucrania no juega en su país desde que fue invadida por Rusia en marzo de 2022, pero en el estadio de Wroclaw se encontró como en casa: la mezcla de aficionados polacos y ucranianos produjo un aliento constante y ensordecedor. Walker hizo el 1-1 antes del descanso. Fue el marcador final. Primera vez en la fase de clasificación que Inglaterra perdía puntos.
“Nos faltó un poco de profundidad”, dijo Walker; “pero a veces tienes que coger el punto y seguir adelante”.
A Italia el punto no le bastó en Skopie. Gobernado por un abnegado Cristante en el mediocentro, el equipo procuró mandar moviendo rápido la pelota. Los dos laterales, Darmian y Di Lorenzo, fueron lo más desequilibrante del reparto. Mal síntoma para un equipo sin agresividad en su línea de centrales y demasiado rígido en el último tercio de campo, donde Barella y Politano no acabaron de sincronizar e Immobile pensó siempre con retraso. También ante la defensa de Macedonia del Norte.
El balón quema
Movió Spalletti piezas en el descanso. Sentó a Politano y dio entrada a Zaniolo, que rápidamente agitó el partido con su potencia y calidad en su pierna izquierda. De una jugada por su perfil nació el primer gol de la noche. Cazó Barella un balón suelto dentro del área y lo estrelló en el larguero, y el rebote cayó manso a Immobile, que solo tuvo que amortiguar con la cabeza. El gol parecía suficiente. Pero Italia no tardó en demostrar que le pesa la tensión del miedo al fracaso. Los desastres de 2018 y 2022 se han enquistado en la conciencia de la hinchada y los futbolistas en forma de complejo. El balón quema. En el minuto 81, de falta directa, Bardhi superó a Donnaruma, mal colocado para tapar su palo.
El próximo martes Italia enfrenta a Ucrania en una velada que adquiere tintes dramáticos.
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