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El Recreativo de Huelva, decano y de sus aficionados

En 2025, el consejo de administración del club más antiguo de España será elegido y controlado por su hinchada

Recreativo de Huelva
El monumento dedicado a la afición del Recreativo de Huelva ubicado en un acceso del estadio Nuevo Colombino.Paco Puentes (EL PAÍS)
Ladislao J. Moñino

La última salvaguarda de la identidad del fútbol reside en el pueblo. Así quedó demostrado cuando miles de hinchas ingleses se echaron a las calles para frenar el elitista proyecto inicial de la Superliga, una competición en la que el mérito deportivo era ignorado por sus promotores. En Huelva, la lucha y el empeño de los aficionados del Recreativo por salvar al club y su condición de decano del fútbol español —fue fundado el 18 de diciembre de 1889— también ha dado sus frutos.

Las manifestaciones populares de 2015 para acabar con la cuestionada y judicializada gestión del anterior propietario, Pablo Comas, y las iniciativas para recaudar un millón de euros que evitaron la práctica desaparición de la histórica identidad han desembocado en una fórmula inédita en España en cuanto a la gestión de un club. El pasado 12 de abril, el Ayuntamiento, ahora máximo accionista del Recreativo, anunciaba por boca de su alcalde, el socialista Gabriel Cruz, que los aficionados recreativistas elegirán por votación a los miembros del consejo de administración a partir de 2025. Solo la elección del consejero delegado quedará en manos del consistorio como garante de que el club no vuelva a caer en manos de accionistas que pongan en peligro de desaparición a una institución tenida por una de las grandes señas de identidad de la ciudad y de la provincia. Con esta medida, el Recreativo, que ahora milita en Segunda RFEF, no solo retendrá el decanato futbolístico español, también será pionero en la administración de una sociedad anónima deportiva bajo los parámetros de un club tradicional.

Manifestación de los seguidores del Recreativo de Huelva en octubre de 2015.
Manifestación de los seguidores del Recreativo de Huelva en octubre de 2015. Julián Pérez (EL PAÍS)

En los aledaños del fondo norte del Nuevo Colombino, una escultura de bronce fundido y casi de cuatro metros de altura, representa a un abuelo con trazos ingleses en su vestimenta —un guiño al origen de sus fundadores—, con dos nietos celebrando un gol del Recreativo. El monumento, obra del escultor onubense Sergio Sánchez, fue inaugurado en 2019 en homenaje a aquella explosión de sentimientos y de sentido de pertenencia que llevó al recreativismo a poner dinero de sus bolsillos y a echarse a la calle para salvar al club. Aquel movimiento salvador fue liderado y articulado por el Recre Trust, una asociación de aficionados recreativistas que anticipó el riesgo de desaparición bajo la gestión de Pablo Comas, ya con el equipo penando en la extinta Segunda División B con una deuda de unos 20 millones de euros. “Decidimos que había que hacer algo porque el club había bajado a Segunda B y la cosa no pintaba bien. Un compañero había estado en Inglaterra y estudió cómo funcionaban allí los trust de aficionados. La hinchada veía hacia dónde iba el club, el rechazo a Comas era total”, rememora Alejandro López, miembro de Recre Trust. “Hicimos una primera manifestación en abril de 2015 y luego en octubre otra a la que ya acudieron 10.000 personas, una de las más grandes que se ha dado en la ciudad. Involucramos a todas las fuerzas sociales, partidos políticos y asociaciones de todo tipo, culturales, de vecinos, a las peñas... Para nosotros el Recre es lo que la Alhambra para Granada. No podemos dárselo al primero que pase por aquí y si la cosa no le va bien liquide al club, desaparezca y pierda la condición de decano del fútbol español”, advierte Alejandro López.

La defensa del decanato del Recreativo ha sido también clave para su supervivencia. El Ayuntamiento logró en 2016 que la Junta de Andalucía lo inscribiera en el catálogo general del patrimonio histórico andaluz como bien de interés cultural. La maniobra permitió la expropiación de las acciones de Pablo Comas, aunque este la tiene recurrida, y que el consistorio pasara a ser el propietario del club. “El Recreativo es marca, una seña de identidad y una ventana de promoción de la ciudad reconocida en muchos lugares del mundo. El premio para un recreativista es que el equipo salga a jugar cada domingo, el resto nos lo tenemos que ganar en el campo”, defiende el alcalde Gabriel Cruz.

Único y diferente

”Los últimos años del recreativismo han sido duros, pero también de muestras de amor a su club. Es complicado mandarle al aficionado el mensaje de que lo importante no es ganar, pero somos únicos y diferentes. Soy un firme creyente de que la gestión debe ser profesional, pero a la vez el aficionado debe ser el alma del club y participar”, dice Jesús Vázquez, el jugador con más partidos en la historia del Recreativo. “Hay que ser leales y honestos, en 132 años de historia, la Primera División no ha sido nuestro hábitat. Lo deportivo debe ser una pata más de un proyecto que contenga aspectos sociales y nuestras señas de identidad que son las que nos hacen diferentes. El fútbol entra por Huelva, por las minas, y eso hay que proyectarlo”, prosigue Vázquez.

Alejandro López, uno de los promotores del Recre Trust junto al busto de Charles Adam, primer presidente del fútbol español.
Alejandro López, uno de los promotores del Recre Trust junto al busto de Charles Adam, primer presidente del fútbol español.PACO PUENTES

Ese arraigo a la historia enganchó a Antonio Núñez a Huelva, donde ahora vive, y al Recreativo, en el que finalizó una carrera iniciada en las categorías inferiores del Real Madrid y culminada con su integración en la plantilla del Liverpool de Rafa Benítez que conquistó la Champions League en 2005. “Yo había estado en Inglaterra, donde en los clubes sí se le da mucha importancia a la historia. En España, a veces, no le damos importancia al de dónde venimos, pero en el Recreativo sí me encontré con esto que lo hace único y diferente. Por eso hay que cuidarlo y protegerlo”, dice Núñez, que junto con Jesús Vázquez fue el primero de los jugadores en aportar dinero en la colecta por la salvación.

Ese millón de euros que se recaudó, al Recre Trust le hubiera gustado que se convirtiera en acciones, pero el Ayuntamiento se lo ha denegado. La contrapartida ha sido esa capacidad de elección de los miembros del consejo de administración a partir de 2025. Sus reivindicaciones, al menos, han convertido al recreativismo en futuro regidor del destino y la vida de su equipo frente al desdén y la frialdad que le reprochan al modelo de gestión de las sociedades anónimas deportivas.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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