LeBron James pone a Memphis al borde de la eliminación con una victoria de los Lakers

Los Lakers han puesto contra las cuerdas a Memphis. Un magnífico LeBron James ha llevado a su equipo a un triunfo 117-111 en tiempo extra que pone la serie 3-1 en su favor. La estrella de 38 años empató el partido en el último cuarto, dejando 0,8 en el reloj y cuando el equipo de Ja Morant cerraba con fuerza. James, quien jugó 45 minutos (solo Desmond Bane tuvo más minutos que él), no solo extendió el juego con su canasta, sino que guio a los suyos con cuatro de sus 22 puntos en el tiempo agregado, poniendo a Memphis, el segundo sembrado en el Oeste, al borde de la eliminación. El miércoles se jugará el quinto partido, que puede poner a los Lakers rumbo a su 18º título de la NBA.

Los Lakers han encontrado en unas palabras envenenadas el combustible que necesitaban en los playoffs. Dillon Brooks, de los Memphis Grizzlies, creó con unas declaraciones una de las mejores rivalidades de la eliminatoria. Hace unos días, el escolta llamó viejo a LeBron James, eterno candidato al título de mejor jugador de todos los tiempos. Este lunes, los aficionados de los Lakers le han hecho saber, por segunda noche consecutiva, que no olvidan. Un sonoro abucheo se escuchaba en la arena Crypto cada vez que Brooks tocaba la pelota. Brooks, en su quinto año en la liga y con 14 puntos por partido en promedio, tuvo una noche discreta con once puntos y encestando cinco canastas de 18 intentos.

La serie subió de temperatura desde el sábado, cuando los Lakers callaron la boca a Brooks saliendo de los vestidores como un vendaval. Los locales cerraron el primer cuarto con una ventaja de 26 puntos sobre los Grizzlies (ganaron 111-101). Este lunes el arranque de los de amarillo tomó tiempo y no fue tan aplastante. LeBron James anotó su primera canasta cuando le quedaban dos minutos al primer cuarto y con el alero Jarred Vanderbilt convertido en el mejor tirador al inicio del partido, con diez puntos en siete minutos.

Como demostró Jimmy Butler en el triunfo de Miami sobre los Bucks, James probó también que tiene otra personalidad cuando se trata de encuentros de postemporada. Este ha sido el encuentro 270 de playoff para James, quien está jugando su 20ª temporada. Anotó solo cinco puntos en el primer cuarto, pero fue entrando en calor mientras el reloj avanzaba. Para el cierre del partido había logrado otro hito: capturó 20 rebotes por primera vez, encestó 22 puntos y dio siete asistencias. Es el primer jugador de los Lakers que tiene más de 20 puntos y 20 rebotes en un juego de eliminatoria desde Shaquille O’Neal en 2004.

No sucedió lo mismo con el otro pilar de los Lakers, Anthony Davis, quien tuvo una noche discreta con 12 puntos, ocho de estos en el último cuarto y el tiempo agregado. Su actuación contrasta con la del sábado, cuando metió 31 puntos. Davis, quien está tocado de la cadera y necesitó calor cuando estaba en la banca, ha tenido esta noche cuatro entregas de balón y cuatro bloqueos, uno de estos fue a Ja Morant en la última jugada del tiempo regular. Su manotazo fue providencial. La pelota fue tomada por James quien lanzó la bola desde media cancha y la encestó. Los 19.000 aficionados en el estadio — entre los que se encontraban Meghan Markle y el príncipe Enrique, Kim Kardashian, Adam Sandler, el rapero Puff Daddy y Flea, de los Red Hot Chili Peppers, entre otros— se pusieron de pie a gritar por la hazaña, pero los árbitros determinaron que el tiro había sido lanzado cuando el reloj había llegado ya a cero.

Sin Davis a bordo del todo, los Lakers necesitaron un esfuerzo coral en los cuatro cuartos. Austin Reaves, apenas en su segunda temporada, colaboró con otra enorme noche. El de Arkansas, con 24 años, fue el máximo anotador de los Lakers con 23 puntos (encestó nueve de 21). Reaves ha dejado de ser un protagonista secundario para convertirse en uno de los más eficientes en el cuadro titular de los Lakers, quienes ganaron su último campeonato en la burbuja de Florida. El alemán Dennis Schroder fue quien más aportó desde la banca, con 12 puntos.

D’Angelo Russell también tuvo un gran cierre. El ala anotó tres triples en el último cuarto, lo que hizo que los Lakers recortaran la distancia que Memphis había tomado gracias a un estupendo juego de Desmond Bane, quien culminó la noche con 36 puntos. Russell, sin embargo, fue expulsado por faltas porque tuvo la difícil tarea de marcar a Morant, quien incluso con la mano derecha vendada por una lesión pudo anotar 19 puntos (metió ocho de 24 tiros dentro del área). La suerte de los Grizzlies cambió en el añadido, donde fallaron seis de sus ocho tiros.

“Yo le pego a los osos. No respeto a nadie si no vienen y meten 40”, fue lo que dijo Brooks después de que Memphis se llevara el segundo partido en casa. El jugador, además, fue expulsado en el tercer partido de la serie por pegar a LeBron James en la entrepierna mientras intentaba frenar una ofensiva. Este lunes, Brooks decidió no hablar después del partido. Su equipo tendrá que dar argumentos sobre la cancha si quieren seguir con vida.

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