Alcaraz reacciona a la exigencia de Davidovich

Los dos prometían guerra y la dieron. Los dos dijeron que iban a correr y lo hicieron. Dos portentos físicos, jóvenes y fibrados, que lucharon cada punto produciendo un gran espectáculo en su primer encuentro oficial. Ambos se entregaron en una lucha física y táctica en la que el viento volvió a ser protagonista y que produjo alternativas durante dos horas y diez minutos, pero en la que Carlos Alcaraz acabó siendo superior a Alejandro Davidovich (7-6(5) y 6-4) y alzó el puño de campeón. Hoy, hacia las 16.00 (Teledeporte y Movistar Deportes), se medirá con Daniel Evans (2-6, 7-5 y 6-3 a Francisco Cerúndolo).

Sabe sufrir el murciano, que sin ser tan dominante y agresivo como acostumbra es capaz de sacar adelante partidos que se le complican. Cuando está al borde del abismo saca su mejor tenis y demuestra que sin jugar tan bien es igual de efectivo. “En esos momentos no hay que tener miedo, hay que ir a por ello y jugar sin presión”, aseguraba el de El Palmar a pie de pista, donde también incidía en las circunstancias del partido. “Hoy [por este viernes] tampoco ha sido sencillo por las rachas de viento, pero ambos nos hemos adaptado muy bien. Él tiene un gran repertorio y te mete cualquier punto imposible. Espero que la gente haya disfrutado”, añadía Alcaraz después de otro partido lleno de dificultades.

Empezó fuerte Carlitos, que no quería altibajos como el día anterior contra Bautista. Hacía quiebre en el primer juego del partido con firmeza y seguridad ante un Davidovich que salía frío. Sin embargo, el malagueño, que con poco genera mucho, quería demostrar que ya sabe controlar su fuego interno. No se arrugó y recuperaba el break tras un golpetazo limpio en el fondo de la pista. Agresivos los dos, intentaban llevar la iniciativa del punto y comenzó un baile de dejadas. Ambos subían y bajaban, corrían desbocados de un lado a otro y esta lucha de titanes lo agradecían las gradas, una jornada más llenas en el RCTB.

Pero no le gusta a Alcaraz que se le suban a las barbas y respondía con otro break. Davidovich, bravo e intenso, no había dicho su última palabra y el primer parcial se iba al desempate, que fue una continuación de la guerra librada durante todo ese set. Quien golpea último, golpea mejor y la experiencia del defensor del título prevaleció.

Con el mono de trabajo

Ni un respiro se dieron en la segunda ronda del combate, porque salió Davidovich con las uñas largas. Quería recuperar el terreno perdido, pero desaprovechó seis bolas de break y eso le hizo dudar, mientras que Alcaraz olió la sangre y rompía el servicio. Sin embargo, el de Málaga no tiraba la toalla y en una repetición del primer set se llegaba al 3-3. El juego estaba lleno de intercambios y de espectaculares dejadas como la que consiguió Davidovich: botó y volvió a su campo, para risa de Alcaraz. Un conato de paz en una guerra que no cesaba porque la tensión estaba presente, pero de la que ambos disfrutaban.

Cuando todo parecía indicar que la lucha iba a continuar, Alcaraz hizo valer su pedigrí y aprovechó el momento adecuado, como a lo largo de toda la semana, para cerrar el partido al resto: 6-4 y clasificado para la penúltima ronda del torneo catalán.

“Sacar este tipo de partidos [la ronda previa rindió a Roberto Bautista] me ayuda a coger confianza y ritmo de cara a lo que viene. Solventar los problemas que aparecen me hacen mejor jugador, y de cara a los próximos torneos que vienen es algo positivo”, valoró el ganador; “hoy he estado un poco más fino de golpes que ayer, pero también me tenido que poner el mono de trabajo”, agregó, antes de señalar que disfruta en los instantes de máxima presión: “Lo que hago es atreverme ir a por el punto, no tengo miedo. En esos momentos quiero que me llegue la bola y jugar ese punto y disfrutarlo. Creo que esa es la diferencia entre los mejores del mundo y el resto. Otros no quieren jugar ese punto y esperan el fallo del rival”.

No figura en el cartel de las semifinales Jannik Sinner, que este viernes no pudo competir por lesión ante su compatriota Lorenzo Musseti. De este modo, se esfumaron las opciones de una final entre los dos aspirantes a dominar el circuito y con la que se soñaba en Pedralbes. No obstante, sigue en escena Tsitsipas, que derrotó con solvencia a De Miñaur (6-4 y 6-2) y espera conseguir un título que acaricia (finalista en 2018 y 2021), pero que se le resiste.

Por otra parte, Novak Djokovic cayó en los cuartos de final del torneo de Banja Luka (Bosnia-Herzegovina) ante Dusan Lajovic (6-4 y 7-6(6) y continúa entre dudas, dado que hoy día compite con molestias en el codo. La próxima semana desembarcará en la Caja Mágica de Madrid.

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