El Sevilla arde en un polvorín deportivo y judicial

Los dirigentes del Sevilla no daban crédito. Los gestos de desesperación se multiplicaban en el palco del Wanda. Su equipo había recibido la mayor goleada de este siglo (6-1), ofreciendo una imagen muy débil ante el conjunto adiestrado por Simeone, antes un rival directo. Las reuniones comenzaron nada más acabar el choque porque la goleada tuvo un efecto bomba en una entidad que es un polvorín. Como conclusión de las mismas, el Sevilla sopesa la destitución de Jorge Sampaoli, el entrenador que llegó a la conclusión de la séptima jornada con la misión de recomponer a un equipo muy tocado con Julen Lopetegui a la cabeza.

El Sevilla es el equipo que más empeorado de un curso a otro. Hace tan solo un año tenía 50 puntos y peleaba por el título con el Madrid, líder a cuatro. Ahora, solo tiene la mitad de esos 50 puntos, 25, y se encuentra al borde del descenso a Segunda.

Cuando Sampaoli llegó al banquillo del cuadro andaluz, el Sevilla el 17º clasificado con cinco puntos, a solo uno del descenso, donde estaba el Almería con cuatro. 17 partidos de Liga después, el Sevilla tiene 25 puntos, los mismos que el Almería, que ocupa la primera plaza de descenso. El próximo domingo hay un Sevilla-Almería vital en la pelea por la permanencia. En los 17 partidos que Sampaoli ha dirigido al Sevilla, obtuvo cinco triunfos, cinco empates y siete derrotas. Las dos últimas consecutivas han sido muy dolorosas. No solo porque el equipo haya recibido nueve goles, es que se ha caído por completo.

Las señales de recuperación que había mostrado el Sevilla de la mano de Sampaoli han desaparecido. “Nos dan herramientas para salir de esta situación, pero no sabemos manejarlas”, afirmaba Acuña a la conclusión de la debacle en el estadio del Atlético. El mismo jugador que no dudó en romper una hoja que le entregó el técnico con anotaciones técnicas en el tramo final del choque contra Osasuna. Algunos jugadores de la propia plantilla sevillista reconocían en los vestuarios del Wanda que no entendían el mensaje que les transmitía Sampaoli.

Las decisiones tácticas del argentino, con unos cambios que no se comprenden, así como la presión de grandes accionistas del club e incluso la opinión de pesos pesados de la plantilla como Rakitic están influyendo en la decisión de prescindir del entrenador.

La delicada situación deportiva del Sevilla viene unida a una grave crisis institucional. La denuncia realizada por José María del Nido, máximo accionista del club y aspirante a la presidencia, por presuntas irregularidades en la pasada junta de accionistas, donde no se le permitió votar según el expresidente sevillista, podría provocar que esta semana el Juzgado de lo Mercantil estimara su denuncia y provocara un cataclismo en la gobernanza del club. El juez podría colocar a un administrador judicial tras destituir al actual consejo en espera de convocar una junta extraordinaria de accionistas en la que se eligiera un nuevo consejo. Del Nido, con la mayoría de las acciones, saldría entonces elegido presidente.

La decisión judicial se espera para principios de esta semana. Del Nido expuso en la vista previa al juez la delicada situación económica del Sevilla para solicitar las medidas cautelares, mientras que los letrados del actual consejo, presidido por José Castro, se defendió aludiendo a la crisis provocada en el fútbol español por la pandemia del covid. Para ello, presentó las cuentas de algunos equipos de Primera, como el Barcelona o el Valencia.

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