_
_
_
_
_

El limbo del rugby femenino español: campeonas de Europa con poco lustre

La federación pedirá un nuevo encaje para las Leonas, sin opción de entrar en el Seis Naciones y relegadas a una competición menor con marcadores abultados

Las Leonas rugby
Las jugadoras de la selección española de rugby tras ganar su décimo Campeonato de Europa, séptimo consecutivo, en Alicante el 25 de febrero.Manuel Lorenzo (EFE)

España ha ganado su décimo Campeonato de Europa de rugby, un título cuyo glamour acaba con el encabezado. Lo ilustra el último encuentro, un 90-5 a Suecia. Porque el Europeo es un eufemismo, el segundo escalafón del rugby continental, por detrás del Seis Naciones, un club privado del que las Leonas salieron cuando sus propietarios (Inglaterra, Francia, Irlanda, Italia, Gales y Escocia) decidieron que las mismas selecciones integraran los torneos masculino, femenino y sub-20. Con los años, España pierde comba por la falta de competitividad. “Sé que soy campeona de una Europa reducida con tres equipos. Necesitamos que nos dejen competir. Queremos ser retadas para poder ser mejores”, subraya la capitana, Cristina Blanco.

La última edición del llamado Europeo la jugaron España, Holanda y Suecia. Antes de arrollar a las escandinavas, las Leonas ya abrumaron a las holandesas (70-0). Y hablamos de un grupo en transición, una vez acabado el ciclo mundialista. La realidad es que este formato sería el adecuado para un filial, no para una selección con aspiraciones a la Copa del Mundo. “Un 90-5 ni nos sirve a nosotros ni le sirve a Suecia, no es competición. Es complicado querer demostrar que podemos dar más y que sea imposible”, lamenta Blanco. La Federación Española de Rugby se reunirá la próxima semana con World Rugby para pedir un encaje que permita competir a las chicas del rugby XV.

El caso de sensible para World Rugby, en el camino de ampliar el Mundial de 12 a 16 equipos, lo que exige hacer competitivas a más selecciones en pos de evitar marcadores sonrojantes. En ese espectro estaría España, por detrás de Inglaterra y Francia –las potencias europeas– pero a una distancia razonable de los otros cuatro socios del Seis Naciones: Gales, Irlanda, Italia y Escocia. Las Leonas eliminaron a las escocesas para conseguir el billete al Mundial de 2017, un logro que no repitieron cuatro años después, en parte porque estas selecciones han dado un paso adelante en detrimento suyo. “Se han hecho más profesionales. Escocia acaba de hacer contratos anuales y esas jugadoras ya saben completamente a lo que se dedican. Se ve ese extra. Está claro que estamos en diferentes momentos, pero nos encantaría poder estar ahí”.

El caso más evidente es Italia, que ha aprovechado esa competitividad para pasar de no jugar el Mundial a ser quinta cuatro años más tarde, asomándose a los puestos altos del Seis Naciones con triunfos de prestigio ante Francia. La ventaja de su federación, con menos licencias que la española, es que centra sus balas en el rugby XV mientras España se divide con el sevens, el formato olímpico, que atrae más financiación. Que las Leonas se cayeran del grupo de selecciones elegidas tampoco ayudó. “Al final es una competición privada y los que mandan miran por su beneficio. Es verdad que Italia también ha demostrado que puede estar ahí. A lo mejor tienen que intentar ampliar y que sea un Siete Naciones. La diferencia que pudo llegar a haber en su momento era asequible para nosotras, pero estamos más cerca del Seis Naciones que la competición que acabamos de finalizar”.

La brecha se está abriendo por la profesionalización del Seis Naciones y porque nadie llega por detrás. Rusia prometía, pero la guerra ha paralizado su progresión. La consecuencia es un calendario muy reducido. “No tenemos tantos partidos como nos gustaría para poder mejorar”. Dos o tres semanas en febrero, otra concentración al filo del verano y una última en el tramo final del año. “Se ve muchísima mejora en los países que están invirtiendo. Los países de Asia han dado un paso adelante gracias a ese extra de financiación. Con el Seis Naciones pasa lo mismo; no son solo los partidos, sino el tiempo de calidad que pasan juntas”. La capitana, que juega en Inglaterra con el Wasps, explica cómo condiciona la progresión. “Si enfrente tienes a una jugadora que todos los días te propone un nuevo reto porque es mejor que tú, al final te picas y creces, en lo personal y en lo colectivo”.

Así las cosas, España es una selección deslocalizada, sin vecinos de su nivel. Un caso similar al de Sudáfrica, un país que ha acelerado en los últimos años, al igual que Fiyi o las asiáticas: Japón y Hong Kong. World Rugby, que plantea una competición global entre Mundiales para medir a selecciones con un nivel parecido –comenzará a finales de año con un formato aún desconocido–, ha creado un torneo con las grandes del Pacífico: Nueva Zelanda, Australia, Canadá y Estados Unidos. A esa llama se acercan las demás. Madrid será sede auxiliar del torneo y las Leonas se medirán el 25 de marzo a Sudáfrica y el 1 de abril ante EE UU, amistosos de calidad. La federación también pedirá facilidades para jugar contra los filiales de Inglaterra o Francia, más competitivos que Suecia u Holanda. Porque las Leonas quieren ser retadas.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_