El gol liberador del revulsivo Ansu Fati
El delantero se reivindica como rematador cuando sale del banquillo a la espera de recuperar el fulgor de su inicio en el Barça
“Ansu está mucho mejor desde que llegó del Mundial”. La mayoría de quienes cuidan del jugador del Barça, y también aquellos con los que se entrena, advierten una notable progresión en el delantero internacional español nacido hace 20 años en Guinea Bissau.
Acostumbra a ocurrir cada vez que marca un gol desde la rotura del menisco de la rodilla izquierda que sufrió en noviembre de 2020. Ya pasó el pasado 4 de enero en la Copa contra el Intercity y en agosto del 2020 en Anoeta. Los goles han sido la fe de vida de Ansu Fati durante un calvario agravado por la lesión en el tendón del bíceps femoral de la pierna izquierda que se le diagnosticó en noviembre de 2021. Una dolencia parecida a la de Dembélé y que tuvo un tratamiento diferente porque el francés se operó y Ansu optó por eludir el quirófano después de ser intervenido hasta cuatro veces desde su caída ya hace más de dos años en aquel partido del Camp Nou contra el Betis.
La vida va deprisa desde entonces para Dembélé y poco a poco para Ansu. Las sensaciones, sin embargo, son ahora más optimistas que en las ocasiones anteriores y en el Barça se extiende la esperanza de que por fin el 10 azulgrana se ha recuperado y su gol al Betis tendrá un efecto liberador. Todavía no es aquel delantero explosivo que irrumpió con una luz cegadora en agosto de 2019 en Pamplona. No hay fulgor aún en su fútbol y no se sabe si Ansu Fati volverá a ser Ansu Fati o el heredero de la camiseta de Messi va a ser un jugador diferente al que batió récords de precocidad en la selección española y en el Barcelona.
La actuación que protagonizó en la semifinal de la Supercopa invita en cualquier caso al optimismo después de entrar en el campo en el minuto 86: remató cuatro veces, tres a portería; marcó un golazo en la prórroga y transformó uno de los penaltis de la tanda ante Bravo. Tuvo 36 minutos muy intensos y productivos —compensa la falta de recuperaciones con la ausencia de pérdidas— si se comparan con los 85 de Raphinha o los 57 de Ferran —ambos ni siquiera chutaron al arco del Betis—. Mejor estuvo Dembélé en una hora de juego con un tiro y un pase de gol mientras que los números de Lewandowski fueron parecidos a los de Ansu: cuatro disparos y el gol del 1-1.
El propio Xavi lo admitió al final del encuentro de Riad. “Quizás ha sido culpa mía. Tendría que haber sacado antes a Ansu. Marca las diferencias para el equipo, trabaja.... sobre todo tiene mucha actitud defensiva, donde ha mejorado mucho. Está en un muy buen nivel y me alegro por él porque ha sufrido mucho”, afirmó el entrenador. “A partir de ahora va a ser más importante. Hemos hecho un proceso progresivo en su puesta a punto; será clave en los próximos seis meses”, apostilló Xavi. “El partido nos ha demostrado que hay que estar siempre al 100%”, cerró Ansu, consciente de que su entrenador prefiere que salga al campo como revulsivo y no como titular, circunstancia que a priori le aleja de la formación inicial contra el Madrid.
Al igual que ya ocurrió en el Metropolitano, Xavi podría apostar por cuatro centrocampistas y dar libertad de movimientos a Pedri. Ansu, por tanto, aguardaría su momento en el banquillo como ya es costumbre: solo ha formado en el once inicial en cinco de 16 partidos y de los 24 goles marcados desde su debut, 10 los ha logrado como suplente —seis en los últimos siete encuentros, el último ante el Betis—. Hoy suma cinco dianas —tres en la Liga, una en la Copa y otra en la Supercopa—, un registro interesante si se comparan con los ocho de la temporada 2019-2020. No hay que olvidar tampoco que ya le marcó un tanto al Madrid que forzó la prórroga en la pasada Supercopa.
Los goles son el mejor aval para Ansu en su desafío de volver a ser el futbolista reconocible que fue. No hay un jugador más inconformista ni decisivo porque en su figura concurren el deseo y la necesidad individuales con el colectivo; el Barça necesita goles, victorias y títulos. Y al mejor Ansu.
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