Un Barcelona con la misma mordiente pero poco aplomo arrolla al Benfica

El Barcelona suma y sigue de cara al gol. No tiene piedad con el rival y anota sin parar hasta cansarse. Lo hizo este miércoles y llegó a mandar en el marcador: 0-4. Ya le tocó al Benfica sufrir el talento de las jugadoras de Jonatan Giráldez en la ida, cuando fue el primer equipo en marcar nueve dianas en Champions. Esta vez no fueron tantos. Solo seis. Además, recibieron dos en contra y concedieron demasiadas ocasiones. Tuvieron incluso que colgarse del cuello de su portera, Sandra Paños, que detuvo hasta dos lanzamientos desde la línea de los once metros. Esos dos goles que fueron y los dos que no fueron le preocupan al entrenador del conjunto catalán.

Las agujas del reloj marcaban los ocho primeros minutos cuando la guardameta portuguesa tuvo que andar unos metros para recoger el balón de la red. En una jugada ensayada, Mapi León sacó en corto para Aitana. Le dio al cuero con cariño y lo envió la centrocampista al punto de penalti, donde se encontraba Paredes para cabecear y abrir el marcador. Marcar en los minutos iniciales ya es una costumbre en la mayoría de los partidos del Barcelona.

El gol estuvo ahí, y volvió y volvió, pero el juego de las azulgrana se fue desvaneciendo. El Benfica no les dejó progresar como ellas querían y las jugadoras de Giráldez no encontraban el chute entre los tres palos. Tuvo que llegar el instinto goleador de Claudia Pina para marcar distancias. Al borde del descanso, apareció el tanto psicológico, ese que te deja tocada antes de entrar en los vestuarios. Tras una recuperación de balón, la seis del Barcelona cruzó el chute al palo izquierdo desde la frontal para sumar su octavo gol en toda la temporada y consolidarse como la máxima anotadora del equipo.

La charla en el tiempo muerto alimentó las ganas de marcar. Geyse rozó la madera con un disparo nada más saltar al campo, pero fue Aitana la que mandó una diana dos minutos después. Le acompañó el trallazo de Crnogorcevic para alcanzar violentamente la red de las portuguesas y aumentar el resultado y el gol en propia puerta de Seiça.

Pero el paso por los vestuarios también le sirvió al Benfica. Bajo la imagen de la indignación de Giráldez, Silva y Lacasse recortaron el marcador. Dos penaltis en contra y parados por Paños aliviaron al técnico gallego, que acabó suspirando con el resultado del encuentro tras el último gol de Mariona Caldentey en el añadido.

El Barcelona ya tiene los dos pies puestos en cuartos. Las azulgrana han hecho el trabajo durante la fase de grupos que se cerrará con el partido ante el Rosengard en el Camp Nou y le servirá para saber si pasan como primeras o segundas.

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