Ancelotti: “El año pasado inventé y me dieron un palo”
El técnico italiano, que no recupera a Courtois pero sí a Rüdiger, resta dramatismo al partido contra el Barcelona y recuerda con humor su fracasada dirección técnica del último clásico (0-4)
El Madrid 2.0 de Carlo Ancelotti, campeón de Liga y Champions, se empezó a edificar sobre Courtois y Benzema. El portero belga, sin embargo, no estará este domingo en el primer gran fogonazo del curso, el clásico ante el Barcelona (16.15, Dazn), tras no recuperarse a tiempo del ataque de ciática que le dio hace dos semanas. “Está bastante bien, pero ha entrenado muy poco y no se encuentra cómodo. Vamos a ver para el miércoles [en Elche] o el próximo fin de semana [en casa ante el Sevilla]. Lo importante es que ha salido del problema y ahora solo le falta entrenamiento”, explicó el técnico italiano, que tendrá que recurrir por la vía de urgencia a Andriy Lunin. El meta ucranio, titular los últimos cuatro duelos, solo suma nueve partidos en tres campañas con el equipo blanco.
En cambio, el de Reggiolo sí tendrá a su disposición a Antonio Rüdiger, que este martes recibió 20 puntos de sutura en la cabeza por una brecha que se hizo al chocar contra el guardameta del Shakhtar, Anatoli Trubin, en la acción del empate (1-1) en el último minuto de descuento. “Lleva mascarilla para que la herida no se le abra. Él está bien”, explicó Carletto.
El preparador blanco espera “un partido especial”, pero “no a vida o muerte” por las alturas del calendario en las que llega. “La temporada es larga”, advirtió. Las miradas se dirigen más a Barcelona por la situación tan precaria en la que ha quedado el conjunto de Xavi en la Champions y la situación que podría crearse si el clásico no les va bien. Ancelotti, no obstante, no se quiso meter en líos y dijo que él solo mira lo que ha hecho en la Liga. “Han ganado todos los partidos menos el primero, que lo empataron. Nosotros solo atendemos a esto. Lo ha hecho muy bien en la Liga y han tenido problemas en la Champions, donde suele haber problemas”, señaló.
Preguntado por el estilo de juego y las posibles diferencias en su carrera en los banquillos respecto a un club como el Barcelona, bandera del fútbol de toque y posición, el italiano volvió a marcar distancias respecto a la ADN de La Masia. “Ellos han seguido un estilo y lo respeto. No digo que no sea correcto, es una idea que les ha dado éxito. Para mí, tener un solo estilo no es lo más indicado porque a veces los jugadores cambian”, lanzó.
El último clásico se disputó hace seis meses, también en el Bernabéu, y terminó con un estruendoso 0-4 de la escuadra de Xavi. Aquella noche, con la Liga muy masticada y ante la ausencia de Benzema, Ancelotti tomó una decisión táctica sorprendente: colocar a Modric de falso nueve, movimiento que desencadenó un fallo sistémico en todo el Madrid. A Carletto se lo recordaron en rueda de prensa y sonaron las risas en Valdebebas, acompañadas por la sonrisa del propio técnico italiano. “No quiero inventar”, se arrancó ante el murmullo general. “Porque nunca he inventado. En el fútbol no hay inventores. Es verdad que el año pasado intenté inventar algo y me dieron un palo”, comentó sin problemas. Esa noche, todavía en las tripas de Chamartín, cogió el cilicio y asumió la culpa: “Es difícil que me equivoque dos veces”.
Esta vez cuenta con una ventaja: salvo la ausencia de Courtois (más Ceballos), tiene a todo el equipo sano. Sobre el once de este domingo, la única duda que puede caber es qué papel le concede a Rodrygo, al alza en este arranque de campaña, pero la pieza más débil si continúa apostando en el centro del campo por Tchouameni, Kroos, Modric y Valverde.
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