El Arsenal va en serio y afianza su liderato en la Premier
El equipo que dirige Mikel Arteta suma 21 de 24 puntos posibles tras superar al Tottenham (3-1) y se coloca a cuatro del Manchester City
Poca broma con el Arsenal, que suma 21 puntos de 24 y se ha instalado en el liderato de la Premier para mostrar que su regreso al primer plano competitivo cumple los planes del club, que cuando en diciembre de 2019 reclutó desde el Manchester City a Mikel Arteta fijó tres años para instalarse de nuevo en puestos de acceso a la Liga de Campeones. Puede ir incluso más allá este burbujeante Arsenal, la escuadra que alinea los equipos con menor media de edad (en torno a 24 años) de la competición. Este sábado dejó atrás al Tottenham (3-1), su archirrival en el norte de Londres, y mira ya hacia su próximo desafío, nada menos que el Liverpool y de nuevo en el Emirates, un estadio que vuelve a vibrar después de que en las seis últimas temporadas el equipo fuese incapaz de acabar el campeonato entre los cuatro primeros. “Pudimos sentir la conexión con nuestra gente y la energía que nos dieron”, valoró Arteta al final del partido. El Arsenal aventaja en cuatro puntos al City que juega este domingo su derbi contra el Manchester United en el Etihad. Más lejos está el Liverpool, que volvió a tropezar (3-3) en Anfield, esta vez ante el Brighton y se queda a once puntos del líder, con un partido menos.
“Esto es lo que pasa cuando mantienes la confianza en un entrenador”, ilustra Antonio Conte sobre el plan que sigue el Arsenal con el novel entrenador guipuzcoano. El técnico italiano del Tottenham no suele regalar elogios, claro que también está en un momento en el que empieza a negociarse la renovación de su contrato, que vence en junio. En lo que va de temporada tan solo le había ganado el Sporting luso en la Champions. Así que se presentó en el Emirates con la etiqueta de invicto en la Premier, pero también prisionero de una historia que muestra que ha ganado en apenas dos de sus 38 últimas visitas al campo de Arsenal, sea el Emirates o el viejo Highbury.
El dato le duele a los Spurs, que en 2010 ganaron su último derbi a domicilio y cuando la pelota echó a rodar se encontraron con un rodillo. El Arsenal juega con pasión y a todo trapo, emplazado en ataque en un 2-3-5 que remite a los años de Arteta a la derecha de Guardiola. Los Spurs se plegaron con el ambidiestro Perisic como figura clave. Ubicado en la banda izquierda conformaba una zaga de cinco en el repliegue intensivo de su equipo, pero en ataque se desplegaba y abría el campo de manera que el Arsenal sufría sin la pelota. Esa doble cara del Tottenham le ayudó a mantenerse en el partido a pesar de que Martinelli disparó al palo a los dos minutos y Thomas adelantó a los gunners con un golpeo de interior desde la frontal que proyectó a la escuadra. Diez jugadores del Tottenham estaban entre la pelota y su portería. Arteta no deja de pedirle al exjugador del Atlético que se prodigue en esa suerte.
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El Tottenham asustó siempre que pudo correr y encontró el empate tras uno de esos galopes, en un despeje mal orientado de Xhaka que generó un incendio terminado en penalti de Gabriel a Richarlison. Harry Kane no perdonó cuando se cumplía media hora de juego. Habían pasado muchas cosas y más que iban a suceder en un partido de ritmo infernal. Llegó Gabriel Jesus, una de las claves del paso adelante del Arsenal, el delantero ideal para Arteta. Ambos se conocían del City y sabían lo que querían y cómo conseguirlo: la clave es la movilidad. A partir de ahí, Gabriel Jesus es indectable porque no sólo remata, sino que tiene regate o capacidad para asociarse. No es segura su presencia en el Mundial, de hecho se quedó fuera de la última convocatoria de Brasil, pero Gabriel Jesus está en el mejor momento de su carrera porque tampoco ha perdido colmillo en el área. Nada más empezar la segunda parte ejerció de oportunista para rascarle la pelota a Lloris, impreciso en un rebumbio que se montó con su compañero Romero. Gabriel Jesus les castigó con el gol que encarriló la victoria del Arsenal.
“Sabíamos exactamente lo que queríamos”, explicó Granit Xhaka al final del partido. Tras un tiempo tormentoso en el equipo y coleccionar problemas con un sector de la afición, después de perder incluso la capitanía en tiempos de Unai Emery y estar con pie y medio fuera del Emirates, el centrocampista suizo ejerce de líder. Arteta le ha desatado las riendas y la presencia de Thomas le deja ejercer como llegador. Firmó el tanto de la sentencia cuando los Spurs ya jugaban con diez hombres. “Ahí se terminó el partido”, valoró Conte. Quedaba media hora para el final y Emerson pisó el tobillo de Martinelli en una acción inocua en un costado del campo, una imprudencia, un grueso borrón que laminó cualquier esperanza de respuesta para el Tottenham.
El resto de la jornada confirmó los problemas del Liverpool, que empató con el Brighton después de remontar dos goles, ponerse en ventaja en la recta final del duelo y sufrir un golpe prostrero del belga Trossard, que anotó los tres tantos de una de las revelaciones de la Premier, cuarto clasificado a esta altura. Klopp se desesperó con la permeabilidad de su equipo y fio la estrategia ofensiva a la imaginación de Roberto Firmino, redivivo ante la incomparecencia, una vez más, de Darwin Núñez. El técnico alemán no dio cancha a su millonario fichaje hasta el minuto 89.
También pasó por problemas el Chelsea, que no pudo ganar al Crystal Palace (1-2) hasta los instantes finales de un partido que comenzó perdiendo, en el que anotó Aubameyang y sentenció el talentoso Conor Gallagher con una genialidad desde el balcón del área que no festejó: había estado cedido en el Palace, donde fue capitán general y anhelan su regreso.
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