Las 200 subidas más rápidas a Alpe d’Huez: solo Pantani bajó de los 37 minutos en la era del dopaje
Pogacar intentará vengarse de Vingegaard en las 21 curvas camino a la mítica cima que Coppi conquistó por primera vez hace 70 años
Francia
Alpes
Huez
Alpe d’Huez
1.850 m
2.000 m
Desnivel
5,5%
Huez
9,0%
1.750 m
11,5%
13,8 km
1.500 m
8,0%
1.250 m
1.000 m
750 m
8,5%
Desnivel
10,4%
Le Bourg D’Oisans
726 metros
Fausto Coppi
Primer ganador de Alpe d’Huez
Marco Pantani
Mantiene el récord
de subida en 36:50 minutos
Alpe d’Huez
1.850 m
Francia
Alpes
2.000 m
Huez
Desnivel
5,5%
Huez
9,0%
1.750 m
11,5%
13,8 km
1.500 m
1.250 m
8,0%
1.000 m
750 m
8,5%
Desnivel
Fausto Coppi
Primer ganador
de Alpe d’Huez
10,4%
Le Bourg D’Oisans
726 metros
Marco Pantani
Mantiene el récord
de subida en
36:50 minutos
Alpe d’Huez
1.850 m
2.000 m
Desnivel
5,5%
Huez
9,0%
Pendiente
máxima
1.750 m
Francia
11,5%
1.500 m
13,8 km
Alpes
8,0%
1.250 m
Huez
1.000 m
750 m
Fausto Coppi
Primer ganador
de Alpe d’Huez
8,5%
Desnivel
10,4%
Marco Pantani
Mantiene el récord
de subida en
36:50 minutos
Le Bourg D’Oisans
726 metros
Cuando este jueves un aguerrido fugado o alguno de los favoritos de esta edición del Tour alce los brazos en la meta de Alpe d’Huez, a 1.850 metros de altura, se convertirá en el trigésimo primer ciclista en hacerlo. La primera vez que se subió a esta cima, en 1952, coincidió con una edición revolucionaria, la primera televisada. Además, la organización de la carrera francesa introdujo en aquel recorrido una novedad, tres llegadas en alto: el volcán del Puy de Dome, Sestriere —la estación de esquí de los Agnelli que ya tuvo la visita del Giro de Italia en 1911— y Alpe d’Huez. Tres lugares a los que nunca había llegado y que en poco tiempo se hicieron un hueco en la mitología del Tour al lado de los gigantes históricos, Izoard, Tourmalet, Galibier.
En las tres ganó Fausto Coppi, il campionissimo de los años 50, y no hubo, quizás, un ciclista tan grande como él hasta Eddy Merckx. De la mano de un ciclista mítico nacía el mito de Alpe d’Huez, aunque por entonces nadie era consciente de ello, mucho menos el jefe del Tour, Jacques Goddet, quien escribió: “Nada nos incita a militar por las llegadas en alto”. La experiencia del 52 se quedó ahí. Las dos siguientes llegadas en alto del Tour fueron sendas contrarreloj individuales al Mont Ventoux (1958) y Puy de Dôme (1959). Alpe d’Huez debió esperar 17 años más. Hasta 1976 no regresó el Tour a la montaña de las 21 curvas.
Circula en diferentes medios que el tiempo empleado por Coppi en la ascensión de 1952 fue de 45:22 minutos, a 18,25 kilómetros por hora. Un tiempo increíble para la época, pero que no entra entre las 200 mejores subidas.
Marco Pantani ostenta desde 1995 el récord de tiempo de subida en Alpe d’Huez. Tardó menos de 37 minutos a una velocidad media de 22,5 kilómetros por hora. En aquella etapa el italiano cabalgó solo cazando rivales, mientras que por detrás Indurain seguía pedaleando por su quinto y último Tour.
El segundo ciclista más rápido en las 21 horquillas fue Lance Armstrong. El americano subió en 37:36 segundos el puerto en 2004, con una velocidad media de 22 km/h. 42 de los 200 mejores tiempos son de ese día. La explicación es que aquella etapa fue una cronoescalada de apenas 15 kilómetros en la que los corredores pudieron exprimirse al máximo.
Pero aquellas marcas se escondían también detrás de una de las épocas más oscuras del ciclismo. Pantani dio positivo en 1999 y a Armstrong acabaron quitándole sus siete Tours tras las acusaciones de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA).
En la última década, al ritmo al que descendían los positivos por dopaje, también ha bajado la velocidad de subida al puerto. La mejor subida de los últimos años la hizo Nairo Quintana, en 2015. El colombiano, entonces en Movistar, subió el puerto en 39:22 minutos, tres más que el récord de Pantani.
Siete ascensiones históricas a Alpe d’Huez
Gracias a los datos de tiempos parciales de ascensión durante el puerto, recopilados por el finlandés Ammatti Pyoraily, y partir de la fórmula del doctor Ferrari, podemos calcular con qué ritmo o potencia ascendía cada corredor, en algunos casos curva a curva. La potencia está medida en W/kg, una unidad relativa al peso del ciclista, como explicamos en la metodología. A continuación, repasamos alguna de las subidas de los últimos 25 años.
1997. Marco Pantani ganaba por tercera vez en Alpe d’Huez, en una subida espectacular en la que el ritmo endiablado de los primeros kilómetros, por encima de 7 W/kg, dejaba atrás primero a Richard Virenque —líder de la montaña— y más tarde a Jan Ullrich —líder de la general—. Con su excepcional etapa logró escalar al tercer puesto de la general, adelantando a Abraham Olano y Bjarne Riis, un puesto que no soltó hasta los Campos Elíseos.
2001. En la subida de este año el americano Lance Armstrong consigue su primera etapa de las cuatro que gana en esa edición. El americano, que parecía amenazado por el Telekom de Ullrich, atacó en las primeras rampas y terminó sacando cerca de dos minutos al alemán.
2003. Iban Mayo, corredor del extinto Euskaltel Euskadi, dio la segunda de las tres victorias españolas en esta mítica cumbre. El vasco atacó a siete kilómetros de meta aprovechando que Armstrong peleaba con Beloki y Hamilton, los otros dos favoritos.
2004. En esta edición la subida a Alpe d’Huez transcurre en una cronoescalada de 15 kilómetros. Amstrong la enfoca como la etapa en línea de 2001, comienza muy fuerte y mantiene la potencia para acabar la subida con una media de 6,35 W/kg. En aquella etapa sentencia el Tour metiendo un minuto a Jan Ullrich.
2008. Carlos Sastre consiguió su Tour tras una genial escalada en el puerto. El ciclista de El Barraco, tierra de grandes corredores como el Chava o Ángel Arroyo, atacó en las primeras rampas del puerto al líder, Fränk Schleck, con potencias por encima de los 7 W/kg. Acabó sacándole dos minutos, una distancia que le permitió alzarse con el maillot amarillo en París.
2015. Viendo a Froome y Porte pasar un mal momento, Nairo ataca a 9 kilómetros de meta. Alcanza a su compañero Winner Anacona que le lleva en volandas hasta que a 4 kilómetros vuelve a subir el ritmo para terminar sacándole 1:20 minutos al líder, Froome, que solo le valen para ser segundo en la clasificación final.
2018. En el último final en alto en Alpe d’Huez el líder, Geraint Thomas, ganó en un final al sprint a Tom Dumoulin.
70 años de Alpe d’Huez y de evolución en el ciclismo
Si pusiéramos al lado la Bianchi de Coppi y la Colnago con la que Pogacar ganó el último Tour tendríamos al lado dos bicicletas que poco tienen que ver. La principal diferencia es su peso. La bicicleta del italiano pesaba alrededor de 12 kilogramos, mientras que la del esloveno 6,8, el mínimo permitido por la UCI desde principios de siglo.
Aunque no solo es el peso. Enric Mas, y todos los favoritos, usan bicicletas un poco más ligeras en montaña. “La de Mas es negra, porque la pintura habría supuesto 80 gramos más”, explica Patxi Vila, su director en el Movistar. “Y llevarla negra tiene un efecto placebo. El ciclista piensa que más ligera no hay. Roza los 6,8 kilos. Lleva ruedas de 25, cambio de 12 coronas y dos platos, 54 y 39. Con tanta posibilidad, es ahora el desarrollo el que se adapta a la cadencia óptima del ciclista, y no como antes, cuando era el ciclista el que tenía que adaptarse al desarrollo”
Es tentador pensar que Coppi movería los mismos vatios que los cracks de ahora, y que con la Colnago de Pogacar o la Cervélo de Vingegaard, tejidos y el asfalto del siglo XXI estaría a la altura de los dos líderes de la carrera. “No creo que eso pueda ser así”, explica Iván Velasco, ingeniero del Movistar. “El principal avance de los últimos años ha sido la nutrición. Antes se veían muchos más desfallecimientos que ahora y ciclistas que perdían mucho tiempo. Coppi dudo que llevara el depósito de glucógeno tan lleno como lo llevan los ciclistas de hoy en día, hasta el último puerto, llegando a comer entre 90 y 120gr/h de carbohidratos”.
“Es cierto que el peso de la bici y componentes es un factor diferencial, los desarrollos y la fácil manera de cambiarlos hoy en día en comparación con la era Coppi es otro factor determinante. La rolling resistance entre neumáticos y asfalto también ha mejorado, haciendo que la bici ruede mucho mejor hoy en día y, por lo tanto, ahorrando algunos vatios”, continúa Velasco. “No creo que Coppi haya subido a más de 5,4/5,5 vatios por kilo, que ya me parece una barbaridad para su época. Muy poca gente podría subir hoy en día a 5,5 W/kg todavía. Por otro lado, la eficiencia mecánica que se puede lograr hoy en día con pedales automáticos y las cadencias que se manejan en subida, sí que pueden hacer que se desperdicien menos vatios que hace años. En la época de Coppi subirían entre 60-75 pedaladas por minuto, por lo que tiraban más de fuerza, mientras que hoy en día prima más la velocidad… 45 minutos a esas intensidades con esas cadencias tan bajas, es una barbaridad para la época en que lo hacían”.
Metodología. Para la estimación de la potencia hemos utilizado la fórmula propuesta por el Dr. Ferrari. Para calcularla, considera la velocidad y la pendiente media de cada tramo de subida para obtener una medida en W/kg que no tiene en cuenta la fricción de las ruedas con la carretera ni el peso de la bicicleta. La medida de W/Kg es relativa al peso del ciclista; si dos corredores invierten el mismo tiempo en subir un puerto, el más pesado tendrá que emplear más potencia en la subida.
El profesor David Barranco, de la Universidad Europea de Madrid, ha contribuido en la elaboración de este artículo.
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