Vídeo | Zegama, así se venera un maratón por montaña

Un ambiente propio del Tour de Francia para una carrera de montaña en la que el ganador se lleva 3.000 euros. Eso es la Zegama-Aizkorri, la prueba de este tipo más cotizada del mundo, con permiso del Ultra Trail del Mont Blanc. Se trata de un maratón, con sus 42,195 kilómetros, en plena montaña guipuzcoana, con 2.736 metros de desnivel positivo y zonas de gran complejidad técnica. “Carreras más bonitas, con mejores paisajes o mejor organizadas hay muchas en el mundo, pero no con tanto público. Los corredores dicen lo mismo, lo que se vive aquí no lo ven en ningún sitio”, explica la directora de la organización, Ainhoa Txurruka.

Se trata de un evento tan cotizado que recibió 12.000 peticiones para 500 dorsales en 2020. Porque Zegama, un modesto pueblo de 1.500 habitantes en Gipuzkoa, no da para más. De ellos, 150 son para los mejores tiempos de las ediciones anteriores, 250 salen a sorteo y el resto son para compromisos de la organización, como los atletas de élite o los corredores que han participado en todas las ediciones desde que naciera, en 2002, y que mantienen su plaza cada año. Quedan seis, como el navarro José Antonio Salgado, de 63 años.

El palmarés es coto privado de Kilian Jornet, que ha ganado 10 ediciones y ostenta el récord (3h 36m 41s) en una prueba en la que bajar de las cuatro horas era, en sus inicios, una auténtica hazaña. Oihana Kortazar, doble ganadora, ilustra el significado de Zegama para las atletas vascas. Pero esta carrera glorifica al atleta popular, animado en su dura subida al Aizkorri como un héroe. Porque el público cuida los detalles y le corea por su nombre. Zegama permite aunar las dos caras de un deporte en claro auge: un evento con los mejores del mundo que, por encima de todo, reconoce el incalculable esfuerzo del corredor anónimo.

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